~Cap9~

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El regreso a clases fue un poco abrumador, cada paso que daba podía escuchar a las personas haciendo sus propias teorías sobre como mato al raptor.
Era algo incómodo tener todas las miradas encima, pero al mismo tiempo se sentía respetado, estaba bien.

Cómo todos los días solía pasar, se sentó junto a Finn y Robin a comer, el ambiente era tranquilo y divertido al mismo tiempo. Estaban los tres completos de nuevo.
Pero algo había cambiado.
Robin no podía parar de mirar a Karlen, y Karlen debía aparentar no darse cuenta cuando lo miraba.

3 meses después

Robin: Estoy tan jodidamente aburrido de las matemáticas- lanzo su cuaderno- Si me dieran la opción de no volver a ver números en mi vida, la aceptaría sin pensarlo.

Karlen: Lamento decirte que la única manera de que eso pase...- Le volvió a acercar el cuaderno- Es que mueras.

Robin: Desearía ser como tú y como Finn, entender matemáticas tan sencillo como respirar.

Karlen: Bueno, al fin de cuentas el trato era: Tu respiras, yo entiendo las matemáticas- se rió- solo necesitas dejar de pensar en ellas como lo peor del mundo y comenzaran a quererte.

Robin: No creo que eso funcione para mí- sonrió y creo un breve silencio- ¿Seguirías siendo mi amigo si yo fuera diferente?

Karlen: Estás aquí..¿No? Más raro no podrías ser.

Al siguiente día Robin y Finn hablaban en los pasillos mientras sacaban cosas de sus lockers.

Finn:¿De verdad?¿Aún no puedes decirle? Ya pasaron casi 4 meses, ¿cuánto tiempo más?.

Robin: No es sensillo Finn, si te le declaras a una niña y te rechaza, estás triste unos días, después te enamoras de alguien más, y listo, si te le declaras a un hombre y te rechaza... No está bien, Finn, no para la sociedad. La directora quiere mandarme a terapia.

Finn:¿Y que vas a hacer?

Robin: No me avergüenza lo que soy, y aunque quiera, se que una estúpida terapia no lo va cambiar.
Podría ser algo bueno si lo piensas, esos lugares están llenos de chicos como yo ¿Te lo imaginas? Fingir que te estás curando y luego besarte a tu compañero en los baños del lugar, simplemente maravilloso. -saco una sonrisa pequeña que rápido desaparecio- El único problema es que no se si el único chico que de verdad quiero besar me corresponda.

Finn: Invitalo a salir como lo haría cualquiera, busca pistas.

La campana de la escuela sonó.

Robin: Lo haré, te veo más tarde.

Después de las primeras horas y el receso. Era una hora del día que Robin odiaba y amaba al mismo tiempo, clase de matemáticas.
Se sentó junto a Karlen, nada anormal, después de unos minutos de clase comenzó a estresarse, definitivamente no estaba echo para las matemáticas y menos con un profesor que hablaba tan rápido como ese. Ni siquiera se percató que el compañero a su lado le había dejado una nota frente a sus ojos.

"¿Al cine mañana?"

Se le salió una pequeña sonrisa, volteo a ver a Karlen quien miraba fijamente enfrente con la misma sonrisa orgullosa. Se supone que el debía invitarlo, pero el punto era salir, así que no había problema.

"Si claro, pero yo elijo la película, no te cages del susto porfavor"

Al leer eso el contrario solo aguanto la risa y guardo el papel. Mandarse notas en clase ya era casi algo suyo.

Sábado en la tarde. Dos jóvenes veian una película en el cine, reían y comían palomitas. Ni siquiera se dieron cuenta que ya había oscurecido y que había comenzado a llover.

Karlen: Robin, está lloviendo.

Robin: Ponte tu abrigo en la cabeza y corremos.

Karlen: ¿Y que hay de ti? Estoy seguro cabemos los dos debajo de mi abrigo.

Robin: No creo que funcione..

Karlen: Callate- lo acercó para acomodar el abrigo sobre sus cabezas- Camina.

Salieron corriendo del cine y avanzaron un par de cuadras hasta cansarse. Se detuvieron debajo de un techo para descansar.

Karlen: El maldito abrigo no sirvió de nada, igual estamos empapados.

Robin: Pues claro, a ti te hubiera cubierto bien, a ambos parece que no.

Karlen:Deja de quejarte y se agradecido.

Robin: Idiota.

Karlen: Idiota.

Ambos debajo de un techo esperando a que la lluvia pare. La mano de Karlen estaba en el hombro de Robin, y la de Robin en el hombro de Karlen.
Estaban muy cerca el uno del otro y había silencio, esas dos cosas provocaron que Robin recordara sus pensamientos, y como ya no podía retenerlos mas.

Robin: No puedo- trago saliva- ya no puedo.

Karlen:¿Que?

Robin:¿Te gustan las chicas?

Karlen:¿Supongo?- Comenzaba a ponerse nervioso, parte de el sabía para donde iba todo esto.

Robin:¿Y los chicos?- sonó decido, pero el miedo que sentía en el interior era inexplicable.

Hubo silencio unos minutos. Uno tenía sus ojos en el suelo y otro en la lluvia, ambos se sentían incapaces de mirarse y hablar.

Karlen: Yo.. no lo se.

Robin lo tomo del brazo y lo llevo detras de un árbol en medio de dos casas, dónde nadie podía verlos.
No lo pensó dos veces, o eso pareció, en realidad lo pensó demasiado. Le tomo unos segundos pero al final hizo lo que quería hacer desde hace tiempo.
Actuó rápido. Tomo su cara entre sus manos y lo acercó para darle un corto y tierno beso, su corazón amenazaba con salirse y su respiración comenzó a alborotarse. Karlen ni siquiera supo cómo reaccionar, se quedó inmóvil y con los ojos abiertos, demasiadas cosas pasaban en su mente, pero todas parecían desvanecerse poco a poco.
Pasaron unos segundos hasta que Robin se separó, miro la cara sorprendida de Karlen mientras escuchaba sus propias respiraciones pesadas, su mente estaba nublada, solo dejo que las palabras salieran.

Robin: Es por eso que te tengo miedo, ya no puedo ser tu amigo, ya no quiero.

El contrario no tenía palabras, luchaba por no caerse ahí mismo, el beso le provocó una sensación intensa en el estómago que desconocía, viendo al chico enfrente de el no sabía que pensar, no sabía si la sensación que le provocó ese beso fue de gusto o de disgusto. Intento poner la mente en blanco, pero sus pensamientos le ganaban. "No puedes seguir huyendo, sabes lo que el siente por ti, y serías un mentiroso si dijeras que tú no sientes nada por el, lo sabes, solo lo tapas con mi miedo" Pensó.
Solo recuerda hacer dado un paso enfrente y comenzar a hablar.

Karlen: Eres de verdad un idiota, te odio.

Lo tomo del cuello para está vez besarlo el, cerro los ojos y se dejó llevar. Robin correspondio.
Era algo así como el primer beso de los dos, se podían escuchar sus corazones a mil por hora.
Ni siquiera recordaban que la lluvia caia sin parar sobre los dos, justo ahora no pensaban en nada, su mente estaba en blanco.

Ni siquiera sabían que estaban haciendo, pero se sentía genial.

lovely angels, criying flowers -- THE BLACK PHONE (Robin x male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora