Quien lo diría, ¿no?

De camino a Hogwarts

-Quisqulliso- La dulce vos de la chica llegaba a los oídos de Ginny Weasley. Luna se acercó a ella y a Dean, observó la pequeña criatura que estaba posada sobre el hombro la pelirroja.
-Que bonito. Oí que cantan en el día de Navidad. ¿Quisquilloso?
-Por favor.- La conversación fue interrumpida por el trío de oro. Ron, Harry y Hermione se toparon con Luna y los demás cuando buscaban un compartimiento vacío.
-¡Luna!- Saludó Harry, contento de ver a su amiga, que tanto lo había ayudado en sus momentos más difíciles. Harry la abrazó y ella correspondió a la muestra de afecto.- ¿Cómo estás, como has pasado tus vacaciones?
-Oh, muy bien, papá y yo hemos estado investigando sobre algunas criaturas, también ayudé a editar las ediciones de el Quisquilloso.
-Me alegro por ti, Luna.- Contestó Harry.
-¿Quieres venir con nosotros?- Le preguntó Ron a la rubia.
-Gracias chicos, pero quiero seguir repartiendo las revistas...
- No hay problema, Luna, recuerda que estamos aquí cerca, si terminas rápido ven, ¿De acuerdo?- Está vez Hermione habló. Su amiga solo asintió con la cabeza.
Después de pasar el vagón de Hufflepuff, entró al de Slytherin.
-Quisquilliso.- Algunas que otras personas tomaron el diario con curiosidad, raro ¿no? Es decir, son Slytherin...
Llegó hasta la mesa de la pandilla de Malfoy.
Draco levantó la cabeza para encontrarse con los bellos ojos de la rubia.
-¿Quisquilliso?- Preguntó amablemente. Pansy la miro con indiferencia, mientras Blaize fue grosero.
-Largo de aquí, Lunática.- Luna no contestó, miro a Pansy y volvió a preguntar.
-¿Quisquilloso?
-Está bien...- Pansy tomó el diario desconfiada. Blaize la miró sorprendido.
-Hola Draco Malfoy.- Los dos Slytherin miraron a su rubio amigo con curiosidad.
Draco no sabia que contestar. Si bien no le agradaba, le parecía raro que aún haya personas como ella aún. Ella actuaba como siempre, a pesar de la situación en el mundo mágico. Finalmente, Draco sin mirarla, respondió.
-Hola.- Dijo secamente.
-¿Quisquilloso?
-No, gracías.
Luna siguió su camino mientras Blaize y Pansy miraban extrañados a Malfoy.
-¿Desde cuando saludas a la Lunática?-Preguntó el moreno.
-Esas cosas no te incumben a ti, Blaize.- contestó enojado. Pansy decidió cambiar de tema mientras leía la revista.
-Oigan, esto es interesante...- Dijo Pansy sorprendida por el contenido de la revista. Deberían leerlo también. No sabía que existían estas clases de criaturas.- Comentaba Pansy, concentrada en la página.
-Que estupidez.- Dijo resignado Blaize.
-No, deberías leerlo, enserio.- Defendía la chica.
Draco no abrió la boca durante un buen rato. ¿Desde cuando saludaba a Lovegood? No es que un saludo signifique mucho, pero... era raro viniendo de él.
"Un año más en este maldito colegio y me tiraré de la torre de astronomía... Maldita sea mi suerte" pensaba el menor de los Malfoy. Pero muy en fondo de su corazón, algo le decía que su sexto año no sería del todo malo. Aún tenía esperanza en que algo bueno le sucediera. Algo le decía que no estaría tan solo.
-¡Draco!- Llamó Pansy, sacando a su amigo de el trance.- Draco, ya llegamos.- Avisó, recogiendo su bolso, preparada para salir del tren.
-Adelantense, los alcanzo luego.- Dijo Draco, en forma inexpresiva.
Blaize y Pansy intercambiaron miradas, pero finalmente se fueron.

Continuará