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El esqueleto con diente dorado y pupila rojiza, con ese aliento a alcohol que sacaba su lado más sensible y reprimido cuando menos se lo esperaba.

Esa pequeña ventana de intimidad que ese tipo de bebidas abrían entre él y su amado nerd, nerd al cual con el pasar de los meses empezaba a bajar la emoción que en un principio una relación con aquel "sanguinario esqueleto" le ocasionaba, siendo que fue la primera persona con la cual alguna vez tuvo un lazo íntimo, pero ahora se preguntaba ¿a qué costo?

-Science... sabes que te amo, ¿no es así?

-Lo sé -decía el mencionado dejándose llevar.

"Pero quisiera que me lo dijeras sin tener que recurrir a esas bebidas" era lo que el científico pasante pensaba en su interior "antes lo hacías, me decías cuanto te importo libremente, sin necesidad de recurrir a nada; ¿por qué ahora solo depender de esto?".

No era precisamente que Fell cayera de ebrio, no estaba al nivel de no poder levantarse o de tener un aire mareado en todo momento, simplemente con el pasar de algunos tragos y botellas se sentía más relajado.

¿En qué momento llegaron a eso?

"No es para tanto" dirían algunas personas igualmente acostumbradas al abuso de pareja. Pero el hecho de que solo dijera cosas amorosas o buenas cuando no estaba en sus 5 sentidos, ¿realmente no era nada?

¿En qué momento Fell empezó a avergonzarse de verdad sobre su amado como para ocultar lo suyo más de lo "necesario"? y tener una doble vida frente a los demás.

¿A caso Clásico tenía algo que ver?

Aquel antiguo amor para el violento esqueleto...

Así, cuando Fell entraba en mayor confianza con su "novio" era cuando se dejaba llevar, sus manos esqueléticas recorrían el cuerpo de su amado; lo trataba con más dulzura que cuando estaba sobrio, que era cuando sus "caricias" simplemente eran más agresivas y rudas, casi como si no quisiera admitir que lo quería. Como si inclusive en la sobriedad lo hiciera solo por compromiso a no incomodar del todo a su "amado", pero logrando lo contrario.

Pero en este instante, unos cuantos choques de dientes entre ambos significaban el cielo absoluto para Science, el tener a Rojo diciéndole que lo amaba y un momento de privacidad entre ambos, aunque solo fuese mientras su hermano Fell!Papyrus se encontrara de travesía en FellSwap.

Cielo, un cielo similar a cuando comenzaron aquella relación que terminó en esto. Algo que no era precisamente sano; pero que empezó de la mejor manera posible, con Fell encontrando su lugar seguro en Science y viceversa, una nube entre la vida de tormentos de ambos.

Science no podía olvidar como fue cuando su "cuñado" se enteró de lo suyo, de su relación, un absoluto desastre. Quizá un empujón a lo que desembocó la ahora infeliz relación.

Pero ahora, en este preciso instante, Fell y él estaban solos, juntos, después de una conversación que inició relativamente incómoda por la distancia que Rojo había puesto entre ambos pero que con un par de tragos de su parte se volvió relajada, tal y como el Rojo de hace meses cuando demostraba sus sentimientos la habría conllevado, ese Rojo que llegó a abrirse con el pasante de científico que afrontaba la vida de ser un becado en su universo de origen.

Simplemente, la palabra "dignidad" en el ámbito de una relación, en el vocabulario y diccionario interno del nerd ya no existía. Se recriminaba cientos de veces el porque seguía aceptando ser el juguete de Fell a escondidas, su amante de una noche y su amor escondido, él quería decirle a todo el multiverso que se amaban, pero... ¿por qué Rojo no? ¿por qué se dejaba llevar por lo que él decía? ¿por qué lo obedecía?

Una guerra con nuestros cuerpos // SciefellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora