Capítulo II

637 71 21
                                    



Estaba sentado en su cama, pensando en qué demonios estaba haciendo yo allí. El se encontraba recostado a mi lado, su respiración era agitada y se podía ver bastante nervioso. ¿Qué era lo que pasaba por su mente?. El es jodidamente bello, eso nunca lo voy a negar. Me acoste alado de el, observándolo respirar, emanaba una paz, mezclada con nerviosismo.

—¿Qué es lo que quieres hacer? — Pregunto el, con una voz más ronca de lo normal.

Y yo lo vi a los ojos, esos hermosos ojos oscuros, y sin poder yo pensarlo, lo bese, le di un beso profundo. Al principio fue un beso torpe, pero conforme nuestras respiraciones se agitaban más y más, el ritmo de nuestros besos también.

En un momento a otro yo ya estaba arriba de él, restregando mi erección en la suya, aún con la ropa puesta.
Su lengua estaba dentro de mi boca. El beso era caliente, sentía su saliva dentro de mi.

Sus labios abandonaron los míos para dedicarse a besar otras partes de mi cuerpo. Mi cuello era atacado por sus besos, mordidas, lamidas y ligeros chupetones.

Sus grandes y blancas manos estaban envolviendo mi cintura, y mis manos estaban en un recorrido por su abdomen bien trabajado.

Yo no me quería detener, yo quería más.

En ese momento, olvidé todo.

Aún arriba de el, comencé a desnudarme, primeramente me quite mi camisa, y el novio sus manos hacia mis pezones, los cuales comenzó a masajear y apretar a su gusto.

Cambió ligeramente nuestra posición, ahora estaba el sentado conmigo en su regazo, en un ángulo donde el tenía a su disponibilidad mis pezones, que el comenzó a chupar y morder de manera desesperada.

El me tumbo sobre la cama, quedando el arriba de mi, y comenzó a abrir mi pantalón, después de quitarse el su camisa.

Sentía un cosquilleo en mis dedos, era demasiada la satisfacción que estaba sintiendo en esos momentos, y el aún no tocaba mi miembro.

Lentamente bajo mis pantalones dejando únicamente los bóxers, y comenzó a masajear mi pene por encima de ellos.

Su atención volvió a mi, y continuo dándome besos calientes, que yo disfrutaba y necesitaba con urgencia. Sus manos continuaban en el mismo lugar, y sus besos comenzaron un recorrido desde mis labios, hasta mi cuello, mis clavículas, mi pecho, y se detuvo un momento en mi estomago, donde beso y lamió mi ombligo. ¿Raro? sí, ¿Lo disfrutaba? Demasiado. Sus besos, lamidas y pequeñas mordidas, continuaron así hasta llegar a mi ropa interior, que el bajo lentamente liberando por completo mi excitación.

Lentamente introdujo mi verga en su boca. Se sentía tan genial, era la primera vez que un hombre me hacía seco oral, y era muchísimo mejor que todas las veces anteriores hechas por alguna mujer.

El tenía sus ojos cerrados, disfrutando de cada sabor que mi pene le brindaba.
Comenzó a darme besos al rededor de este, y después introdujo únicamente la punta a su boca, donde comenzó a darme estimulación con su lengua, haciendo movimientos rápidos y circulares.

No pude evitar gemir. A él le encantó oír mis gemidos, porque comenzó a elevar su ritmo y su intensidad, y yo no pude evitar soltar gemidos más fuertes.

Estoy seguro que cuando yo muera iré al infierno, pero no me importaría vivir toda la eternidad allí, porque ahorita, en este mismo momento, Bible me ha llevado a explorar el cielo.

Sentía que estaba a punto de venirme, y no quería hacerlo aún. Tome a Bible por las mejillas, he hice que me volteara a ver a los ojos.

Era angelical la imagen que estaba yo viendo. Bible tenía su cabello alborotado, sus mejillas estaban rojas, y sus labios hinchados, de un color carmesí, su propia saliva escurría de su boca, mezclada con mi líquido pre seminal, tenía la respiración agitada, y mientras el me veía a los ojos, me dedico otra sonrisa.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 30, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El hijo de mi padre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora