P A R A D E R O S ꒰ ˣᴵᴬᴼᴬᴱᵀᴴᴱᴿ ꒱

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Cabellos dorados tal cual como oro, se encontraban siendo cepillados de una manera tan delicada como si aquellos mechones fueran de la seda más frágil que hubiera existido.

Aether se encontraba con una liga entre labios y un cepillo entre manos, desde infantes había tomado costumbre de cepillar el sedoso cabello que poseía su hermana cada que esta misma salía de casa, por lo que no era de esperarse que esta vez no sería una excepción.

Lumine, quien se encontraba sentada en una silla esperando ansiosamente que su gemelo terminara su labor, resopló un ligero suspiro que se había originado en sus labios, se encontraba desesperada. Había hecho compromisos con su típico grupo de amigos, claro está que tenían su propia regla en aquel grupo amistoso "Quien se llegara a retardar, las bebidas ha de pagar" algo de lo cual la rubia no estaba dispuesta a realizar por lo cual se aseguraba de llegar con algunos minutos de anticipación.

- Hermano, hermanito, hermanín... Sabes que aprecio que des tu tiempo en mi cabello, pero se hace tarde y no quiero pagar las bebidas de los borrachos de Venti y Kaeya.

Refuñó con molestia con tan solo pensar en lo último. Sus amigos tenían un gran problema con las bebidas alcohólicas, lo cual no era una grata sorpresa para ella.

- Y es por esa razón que te dije que te convendría estar con Albedo y Sacarosa, me agradan tus amigos... pero siento un poco de envidia.

Admitió algo que ya era de esperarse. El blondo aún no poseía el privilegio de la aprobación del dueño de la taberna para ingerir aquellos tipos de bebidas, por el contrario, Lumine lo había obtenido desde hace un año aproximadamente.

Al escuchar las palabras de su gemelo, la de cabellos rubios no pudo evitar contener las ligeras carcajadas que se desprendían de sus labios sin detenimiento alguno.

- Albedo y su novia son todo lo contrario a mi, para que estudiar si hay todo un menú de comidas en las calles que nos rodean. Además, es tu problema que el señor Diluc te vea como un hijo al cual cuidar.

Sin previo aviso jaló un mechón dorado, escuchando como repuesta un "Auch" de su contraria. Sabía que aquello era verdad, pero por más que quisiera admitirlo su orgullo no cedería tan fácil.

Tomó la liga que se había encontrado entre sus labios todo este tiempo, atando el pequeño rulete en el que tanto se había esforzado. Chasqueó sus dedos dando por finalizado su trabajo, lo cual abrió una luz verde en el camino de Lumine.

La de cabellos rubios inmediatamente se encontraba frente a la puerta, ya con su bolsa colgando en su hombro derecho. Podría jurar que podía oler el dulce aroma de personas sudando en la pista de baile, algo asqueroso, si, pero sus fosas nasales ya se habían acostumbrado a ello, probablemente ya había perdido un porcentaje considerable de su olfato por aquella razón.

Dirigió su mano hacia la perilla de la puerta que ocultaba las bellas calles de la ciudad, girando de esta sin dudar. Habría escapado directo hacia la parada de autobuses si no fuera por la voz de su hermano la que la detuvo en la realización de su acción.

- Lumine espera, yo te acompañaré. Tengo que realizar algunas compras para la alacena, nos estamos quedando sin cereal del elefante.

- Uh... Bien, entonces vamos hermanito.

Sus planes habían sido frustrados por un simple cereal, su molestia hacia presencia en su rostro y el esfuerzo por mantener su sonrisa cada vez se hacía una tarea con más dificultad.

Caminó tomada de la mano de su gemelo, sabía perfectamente que el blondo aún no sabía cruzar correctamente las calles y aquello era un gran problema para ambos.

El destino de ambos se veía cada vez más cerca. El gran paradero con aspecto descuidado tras pasar largos años después de su construcción, se veía cada vez más grande ante los ojos de ambos.

- ¡Ahí viene mi autobús!, Aether aprieta el pasoo...

Tiempo no le dió de responder al rubio, ya que su contraria había empezado a correr aún tomada de su mano.

Llegaron unos momentos antes de que el autobús realizará su parada en aquel lugar, aunque gracias a ello se encontraban sin aire en sus pulmones.

- Aether, her...mano me v...voy cuídate y com...pra mucho cereal del el...elefante

Entre jadeos logró formular sus palabras,su cansancio parece que había desaparecido en cuanto subió al dichoso transporte.

- ¡Regresa antes de la cena!

Gritó al ver como el autobús se alejaba cada vez más de su rango de visión. Suspiró una vez que recupero el aliento, quien diría que Lumine podría correr tan rápido como si de un jaguar se tratara.

Sus manos se dirigieron hacia sus mechones dorados, acomodando instantáneamente unos cuantos que habían sido desordenados. Sus piernas aún seguían temblando, su condición física no era tan buena como lo hubiera creído momentos atrás.

Un suspiro salió de sus labios, aún seguía en espera por el tan ansiado autobús. Miró a sus alrededores, no había nada que ver, la calle se encontraba desolada aún si recuerda haber visto a gente entrando y saliendo de las tiendas dispersas por las calles. Su mirada una vez más analizó lo que le era posible ver, unos mechones oscuros sobresalían a duras penas del poste a un lado de la parada.

Su curiosidad hambrienta por saber que o quien se encontraba cubierto por tan ancho poste de luz, se encontraba en aumento cada vez que su vista no podía traspasar aquella sólida superficie. Un pitido se logró escuchar, la atención del rubio había logrado captar.

Sin más que hacer y con inquitud dentro de su gran curiosidad, subió al autobús. No todo se podía en esta vida y era algo de lo que bien sabía el de mechones dorados.

¡Hey!, ¡Hola!

A decir verdad, la trama se me ocurrió mientras acariciaba el suave pelaje de mi gato.

Por lo que no busquen sentido alguno en esta historia.

No espero que sea del agrado de todos, por lo que si le disgusta la lectura puede irse ahorrando sus comentarios.

Sin más que decir, me retiro hasta el próximo capítulo.

¡Adiós, besos en la mano! 🎐