Capitulo 3

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Llegué a casa después de algunos minutos, abrí la puerta y como siempre Max corre a donde yo estoy y brinca a mí, Max es mi perro, es un Golden Retriever, lo tengo desde los 14 años y desde la separación de mis papás ha sido mi compañía emocional.

Siempre que llegó a casa, Max es el primero en saludarme, dejo mi mochila en el piso para poder cargarlo, siendo honesta ha subido de peso estos últimos meses y al cargarlo me cuesta un poco de trabajo.

—¿Como esta mi consentido? —abracé a Max— Mama ya llegué!! —deje a Max en el piso para recoger la mochila y no obtuve respuesta alguna

Normalmente mi madre ya tendría que a ver llegado a no ser que tenga turno extra esta noche, pero no me comento nada, reviso mi celular para ver si dejo algún mensaje, pero no dejo nada.

—Qué raro campeón, creo que seremos solo tú y yo esta noche.

Empiezo a caminar en dirección a la cocina.

—¿¿Me extrañaste?? —dijo una voz algo ronca, pero muy familiar

Esa voz obviamente no es de mi madre, alce la mirada y lo vi a él, mi compañero de vida y con el idiota que comparto sangre y apellido.

—Josh!! —tiro mi mochila al piso por segunda vez en la noche y me lanzo a sus brazos.

Josh es mi hermano es 2 años mayor que yo, cuando mis padres se separaron Josh se fue con mi padre a Canadá para estudiar y cada verano venía, pero dejo de venir desde hace 3 años cuando entro a un equipo de futbol.

—¿Me extrañaste pequeña?

—No —dije sin soltarlo.

—Entonces deja de abrazarme —empezó a reír

—No —me aferre al abrazo.

—También te extrañe pequeña.

—¿Viniste solo? —me solté de su abrazo.

—No, vine con papá y Will.

—¿Y dónde están?

—Fueron por la cena.

—¿Sabes algo de mamá?

—Fue con ellos.

—¿Qué le hiciste a tu cabello? —dije con horror

—¿Te gusta? —pregunto el

—¿Enserio cambiaste tu perfecto pelo castaño por un tinte pelirrojo? —puse mis brazos en mi cintura.

—Necesitaba un cambio.

—Así no pareces mi hermano.

—Pues mejor —empezó a reír.

—Que chistosito —dije con sarcasmo.

—¿Y qué has hecho estos tres años? —tomo lugar en un sillón de la sala.

Josh y yo empezamos a hablar como por 30 minutos, nos pusimos al día de algunas cosas pendientes, sé que hablaba con él todas las noches, pero tenerlo en persona es lo mejor, al no ser de mí mismo sexo me comprende y me entiende muy bien al igual que yo a él, por eso las personas que nos conocen dicen que tenemos muy buena conexión de hermanos.

—¿Y cómo esta Hannah? —pregunto Josh.

—Está bien.

Josh había estado enamorado de Hannah, de hecho, estuvieron saliendo por unos meses, pero no funciono así que quedaron como amigos, bueno eso es lo que yo se.

—¿Dónde está la princesa de papá?

—¡¡Papá!! —corrí a donde estaba mi padre y lo abracé con tanta fuerza que hasta los brazos me dolieron.

El último veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora