Caprichos

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Ylader es un dios caprichoso. ¿Por qué se molestaría en crearlos y convertirse en su rey para luego abandonarlos para irse a tener una existencia más "placentera" con sus otros sirvientes, segun él.

Irracional, pensaba el nuevo monarca irritado.

Los dragones eran los seres más majestuosos, poderosos y gloriosos que hubieran existido jamás...

Hasta que a su egocéntrico hermano se le ocurrió tener su propio paraíso de marionetas divinas a las que llamó ángeles que no le contradijeran nada y cumplieran con todos sus caprichos de adoración.

Luego de eso tuvo que hacerse cargo él mismo del enorme imperio de orgullosos dragones que había criado su hermano.

Era un desastre. Sus escamosos parientes hacían lo que se les venía en gana. Se peleaban sin razón, mataban sin razón y salían sin decir nada.

Estos salvajes no podían seguir así. Tenía que ser un rey que se hiciera respetar. Dejaría sus caprichos de lado hacer de los dragones una raza de honor, nobleza y fuerza, que nadie se atreviera a dudar de su superioridad.

...

-¿Hace cuánto que no sales a dar una vuelta por el mundo de esos seres inferiores? -preguntó su acompañante risueño-. Nuestro amado Rey debe desear estirar las alas y descansar.

-De tus estupideces claro. -contestó Braham con cierto tono de molestia.

¿Cuántas décadas habían pasado ya? Se había vuelto bastante más estricto con todo y todos en general, pero tanta rudeza la creía necesaria. No sé para qué, si ya había demostrado lo que sea que quería demostrarle a su hermano, pero bueno. El hecho es que él también había descuidado un poco sus propios placeres. Tal vez si era hora de que Braham el gran dios oscuro y monarca de los dragones saliera a estirar las alas y cumpliera algún capricho que llevaba reprimiendo desde hace mucho.

Así que lo decidió.

Hoy cumpliría un deseo que jamás había aceptado, luego se olvidaría de él y jamás volvería a pensar en eso.







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Buenas, vengo a molestar otra vez ü
Una pequeña práctica pa futuro ._.
Bye

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