Satu

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1. Jeon Jungkook no se deja mandar por nadie.

Era la décima vez en el día que el menor le rogaba que fuera su pareja en aquella fiesta, no quería ir solo debido a que sabía que si lo hacía probablemente la relación de dos años que habían formado sería tirada al caño por el mayor.

Y es que algunas veces Jungkook era tan complicado que el pobre Taehyung no sabía qué hacer, además no quería arruinar las cosas más de lo que ya estaban ¿A qué me refiero con esto? Pues, resulta que como todo ser humano, Kim tiene necesidades que su cuerpo exije satisfacer.

Así que en una charla con Jeon, le pidió que le concediera subir un poco de nivel las cosas, que los toques y besos fueran a un nivel más avanzado del que tenían. Tal vez Jungkook hubiera aceptado de no ser porque la persona que debía ser el pasivo sería él.

—¡Tú quieres llevarme para emborracharme, luego te aprovecharás de que estoy débil y cumplirás tu fetiche de ser el activo cuando en realidad ese papel lo ocupo yo!—exclamó molesto cruzando de brazos. Kim suspiro.

—Kookie, sabes que soy incapaz de hacer algo así. Además se que si voy solo te vas a molestar conmigo, no quiero eso.

Jungkook suspiro, rodó sus ojos tratando de lucir desinteresado ante la situación pero lo que el menor decía no era más que la pura verdad. Así que dándole una respuesta positiva al de mejillas regordetas, comenzó a pensar que ponerse en la noche.

 Así que dándole una respuesta positiva al de mejillas regordetas, comenzó a pensar que ponerse en la noche

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—¿Puedes cubrirte?—El menor rodó los ojos ante las lujuriosas miradas que le dirigían a su novio. Se sentía furioso, quería golpearlos a todos los que se atrevían a poner una mirada perversa sobre Jungkook, aunque pensaba que este tenía un poco la culpa por vestirse de esa forma tan... Provocativa.

Admitía que las personas que estaban en la fiesta eran unos pervertidos de primera. Pero Jeon no quiso ayudar a reducir esto, pues usando esa camisa de tela transparente con cuello en forma V-que resaltaba las clavículas del mayor torturando silenciosamente a Kim-más ese pantalón oscuro pegado a la piel de Jungkook, marcando los músculos de sus trabajadas piernas. Hacían delirar a cualquiera.

Incluso él se estaba conteniendo a no abalanzarse sobre el mayor ahí mismo, caminaron hasta una mesa donde se encontraba el resto de los miembros de su grupo de amigos. La mesa estaba rodeada de chicas y chicos que gritaban con euforia, así que supusieron que Yoongi se encontraba ahí.

Hoseok se encontraba apoyando su mejilla contra su mano que se encontraba hecha puño sobre la mesa, observaba como todas las demás chicas le quitaban la atención de su novio quien lo miraba de vez en cuando tímidamente. Se estaba hartando de la situación, estaba consciente de que Min era popular y todo eso, pero no era de esta manera como se imaginó su relación.

—A ver señoritas, me temo que es hora de retirarse—Yugyeom apareció
trayendo le paz a Jeon—este hombre ya tiene dueño así que, busquen en otro lado.

Las chicas bufaron pero se alejaron al igual que los chicos que se encontraban ahí, o rondaban los alrededores. Yoongi musitó un suave gracias, a lo que Yugyeom sonrió. La joven pareja se acercó hasta el resto en la mesa, saludando se al instante que se miraron.

—Bonito traje Jungkook—Jimin le guiño un ojo al mayor ganándose un golpe por parte de Namjoon, quien inflo sus cachetes en acción de celos. El de pecas no entendió tal referencia así que se limitó a encoger sus hombros en señal de no entender.

—¿Quieren algo de tomar?—preguntó Jin llegando a la mesa. Siendo el anfitrión de la fiesta, se interesaba demasiado por como la estaban pasando sus amigos.

—Supongo que una cerveza estaría bien—Hoseok soltó con un poco de dolor incluído. Kim miró al novio de Taehyung quien llevó una mano hasta su mentón, pensando. Una regla de
las fiestas del peligris era que solo los mayores de edad oficialmente podían tomar licor, y para Jin, la mayoría de edad llegaba hasta Jungkook.

Así que en la mesa el resto tenía pequeñas cajas de jugos en sus manos.

—También quiero una cerveza—dijo con alegría cosa a lo que Taehyung negó.

—No, no puedes tomar—el mayor frunció el ceño—Imagínate, si te pusiste está ropa sobrio, que harás cuando estés ebrio.

—¡No pasará nada Taehyung!—bufó molesto—te demostraré.

Porque a Jeon Jungkook no lo manda nadie, aunque esto signifique para Kim aguantar la resaca de un borracho. Vigilando que su amado novio no se meta en problemas.

 Vigilando que su amado novio no se meta en problemas

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