Número 9

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-El azul y blanco salió del lugar, tenía que despejar su mente, salió sin avisarle a alguien; solo tomó las cosas necesarias y se fue. 

Luego de un largo rato caminando, finalmente se detuvo en lo que parecía ser un pequeño café, entró al local; estaba solo, y eso le pareció bien, quería estar solo y el lugar era perfecto; era alejado de la ciudad y de la gente.

Tomó asiento en lo más alejado del local, se puso sus audífonos, la música a todo volumen y se desprendió de la realidad. Tanto así que no se percató que alguien se sentó frente a él, abrió sus ojos de golpe al sentir un toque en su hombro.

Salva: ¡¿Qué?! Ay... eres tu Qatar, vaya susto

Qatar: Lo lamento, no quería asustarte, es que te vi y pues vine

Salva: Ya veo -sonríe- Oye mis hermanos dijeron que me fuiste a buscar ayer ¿por qué?

Qatar: Quería decirte que tú serás mi última cita

Salva: Cita? ¡Oh! Hablas de... lo que harás para saber quien es el de los ojos verdes

Qatar: Así es -asiente-

Salva: Por qué yo de último? 

Qatar: Me gusta dejar lo mejor de último -sonríe- No es por nada pero, de los cinco eres mi favorito

Salva: Bien bien, y ¿qué harás si no resultó ser yo el que buscas? 

Qatar: Tendré que aguantarme -ríe- 

Salva: Quién quieres que sea?

Qatar: La verdad, me gustaría que fueses tú... pero si no eres tú... -suspira- no lo sé

Salva: Oye qué? Nooo, pero si no soy yo

Qatar: Si no es ninguno, me quedo solo y ya

Salva: Yo te gusto? -pregunta y se sonroja-

Qatar: No te diré nada

Salva: Pero tengo derecho a saber! -reclama-

Qatar: -ríe- Eres muy lindo Salvador, no cambies nunca -se pone de pie y se despide- debo irme, ten cuidado 

Salva: Eh... s-si, gracias, fue genial hablar contigo 

Qatar: El gusto es para mí -dice y le da un beso en la mejilla al contrario-

-Hecho eso Salvador se puso rojo como el semáforo y sonrió-

Fascinante...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora