01. Un maquillaje muy realista.

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—Lindsay.— La nombró. —Lindsay.— Repitió. —¡Lindsay!— Finalmente, gritó, sacudiendo el cuerpo de la joven.

—Mm ¿Que?— Preguntó, somnolienta.

—¿No dijiste que tendrías una fiesta de disfraces esta noche?

"Mierda."

—Mm... ¿Qué hora es?— preguntó, sentándose en su cama.

—Son las 6:30 y...

—¿¡Que!? ¿¡6:30!?— Interrumpió, abriendo sus ojos más de la cuenta. —¡Cielos! ¡La fiesta es a las 8!

—¿Y te queda tiempo suficiente?— Preguntó la madre, viendo cómo su hija se levantaba rápidamente y caminaba hacia el baño de su habitación.

—Se supone que debía bañarme y tener al menos dos horas para maquillarme, pero ahora tendré que hacer todo más rápido— Explicó, un poco inquieta.

—Está bien, te dejaré para que termines de arreglarte.

—Sí, gracias por despertarme mamá.— Agregó, y escuchó como su madre salía de la habitación.

Rayos, ella tan solo iba a tomar una "pequeña" siesta, pero al parecer la escuela la había agotado tanto ese día que no se dió cuenta de cómo transcurría el tiempo entre sus sueños. Se suponía que tenía que ducharse, maquillarse y vestirse, todo esto antes de las 8 de la noche, para poder llegar más o menos puntuales, su amiga Michelle y ella.

Lindsay se duchó y lavó sus dientes, enredó una toalla en su cabello y después fue a su tocador para poder maquillarse, días atrás ya había pensando en lo que haría: un maquillaje de payaso. Pero para hacerlo menos básico, decidió agregar algunos detalles.
Primero se colocó su base normal, encima de eso se pintó dos triángulos en cada ojo con delineador negro, se puso pestañas postizas y finalmente se pintó la boca de rojo, alargando las comisuras.
Después de eso, se vistió con un vestido morado con rayas negras, al que previamente le había cosido dos pompones blancos en la parte frontal para similar botones, se puso unos zapatos negros, tomó su bolso negro, se peinó con dos coletas y ya estaba lista.
Bajó las escaleras, y se encontró con su madre.

—¡Vaya! Pero que linda payasita tenemos aquí.

—Gracias mamá— sonrió. —Ya estoy lista, ¿Me darás las llaves de casa o...?

—Sí, sí. Es mejor, por cualquier cosa.— Dijo, entregándole las llaves. La madre de Lindsay, Mía, trabajaba en uno de esos turnos desveladores siendo enfermera, así que decidió confiarle las llaves a la adolescente, para que pudiera entrar a casa una vez la fiesta haya terminado.

—Está bien.— respondió la joven, guardando las llaves en su bolso y  tomando un sobre que había en la mesa.

—¿Cuánto llevas?

—Llevo $100, ¿Crees que sea suficiente?

—Yo lo veo bien. Bueno hija, por favor cuídate y recuerda no regresar más allá de las 12. Me voy.— Dijo la madre, dándole un beso en la frente a su hija.

—Adiós má, que te vaya bien.— Se despidió la menor, y su madre se fue.

Después se sentó en su sofá algunos minutos, y escuchó como alguien tocaba la puerta. Era su amiga, Michelle.

—¡Hey! Ya estás list- wooh— dijo la morena, mirando a su amiga con expresión de sorpresa.

—¿Me veo bien?— preguntó Lindsay, con pena.

—Te quedó muy bien el disfraz, ¿Qué opinas del mío?— preguntó, poniendo sus dos manos debajo de su rostro, como modelando.

—Se ve adorable, eres una linda calabaza.— dijo la otra, mirando su cara maquillada como una calabaza y su vestido naranja que hacía un hermoso contraste con su color de piel.

«D A R K»  Jeff The Killer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora