MAGNATE || Binwoo

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─ Lee Dongmin... agente especial del FBI con tres años en el cargo, con varios reconocimientos por tus misiones exitosas - dijo con seriedad mientras leía el expediente del chico y caminaba alrededor del castaño que se encontraba amordazado y atado de manos a los ductos de ventilación. ─ Vaya tienes un alto expediente, pero mírate ahora - lo observo de pies a cabeza sin expresión alguna. ─ Estas completamente a mi merced, te aseguro que nuestro primer encuentro jamás lo imaginaste de esta forma, ¿verdad?

Dongmin se removía ansioso por darle una fuerte patada para luego soltarse y matarlo, estaba frente al magnate más poderoso y más buscado por el FBI, por primera vez veía su rostro ya que nadie lo conocía realmente además de su nombre.

Moonbin era un misterio total para las autoridades, nunca habían conseguido atraparlo por más evidencia que tuvieran en su contra, siempre que estaban a un paso de dar con él se les adelantaba y fracasaban, Dongmin era el que comandaba esas misiones y comenzaba a frustrarlo que siempre se saliera con la suya y nunca pudiera atraparlo, por esa razón decidió ese día ir a un bar a beber un poco mas no contaba con que cierto pelinegro se le acercara y entablara una conversación con él.

Se dejó llevar por la silueta tan atractiva y masculina del hombre frente a sus ojos, se dejó seducir por su voz, por su cuerpo bien trabajado, por sus besos tan candentes, pensó que sería una noche de sexo sin control, justo lo que necesitaba para aliviar un poco el estrés que cargaba con sus fracasos, pero cuando llegaron al lugar donde vivía el pelinegro, este en un rápido movimiento lo durmió colocándole un trapo cubriendo su nariz y luego perdió la noción del tiempo despertando ya amordazado y atado en aquel lugar.

─ ¿Sabes por qué te tengo aquí? - se acercó y quito la mordaza de su boca ganándose una escupida en el rostro. ─ Eres un chico muy atrevido sabias - se limpio.

─ Jodete maldito cabrón.

─ Mejor déjame joderte a ti - paso una mano por su espalda provocando que se fastidiara más. ─ Sabes, no fue una coincidencia que nos encontráramos en ese club, yo sé todo de ti Dongmin - se colocó detrás el castaño posando sus manos en su abdomen repartiendo caricias que lo hacían moverse con brusquedad. ─ Desde que te vi en una de las tantas veces que planeabas atraparme no he podido sacarte de mi cabeza - beso su cuello.

─ ¡Aléjate maldita sea! - grito con fastidio y le dio un cabezazo.

Moonbin de inmediato lo tomo por los cabellos haciendo que la cabeza del castaño reposara en su hombro y metió su nariz en su cuello.

─ No sabes como me pone que seas tan agresivo, solo provocas que quiera follarte en este mismo momento - mordió su cuello y comenzó a llenarlo de marcas que de seguro se notarían más tarde.

Dongmin trataba de alejarlo, pero el magnate paso su brazo por su abdomen sosteniéndolo en el mismo lugar mientras besaba su cuello con desesperación y se frotaba haciéndolo sentir su erección sobre su trasero, sus toques eran candentes, sentía que en cualquier momento perdería la razón, su juicio se vería nublado por su deseo y quien no si a pesar de que fuese uno de los criminales más buscados nadie negaría lo malditamente atractivo que es, se encontraba perdido en sus pensamientos hasta que sintió como una mano tocaba sus muslos sacándole un jadeo

─ Déjate llevar Dongmin... ambos lo deseamos, de lo contrario no habrías venido conmigo.

─ Y-yo... yo no deseo esto... suéltame - dijo en un hilo de voz con la poca razón que le quedaba.

─ Tu cuerpo me dice lo contrario - apretó su entrepierna sobre su ropa sacándole un gemido. ─ Ves, dices que no lo deseas, pero puedo leer tu comportamiento.

Continúo besando su cuello y acariciando su cuerpo a su antojo, pero no notaba que Dongmin al moverse estaba comenzando a liberarse de la atadura en sus muñecas, aprovechando la situación a su favor hasta que cedieron y pudo liberarse cayendo al suelo, pero reincorporándose de inmediato golpeando a Moonbin y correr hasta la mesa donde veía el arma del magnate y la tomo apuntándole.