Cap 1

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Todo comienza en una pequeña ciudad en Venezuela, Mario esta compartiendo con su familia como normalmente hace, aunque mario no se sentía del todo agusto, tenia un sentimiento que era mas fuerte que el y no lo podía controlar, si, tal como se lo esperaban, mario es gay, es la cosa mas homosexual de la vida y ya no podía seguir ocultándolo con tener una esposa a la cual no ama y aparte tener dos hijos con ella era rebasar el vaso, lo mejor era terminar todo de una vez para que mario este tranquilo.

y ahí esta, otra vez, a las 2 de la madrugada en un bar gay a las afueras de Venezuela, no lo culpen del todo, solo quería sentirse relajado por unos minutos.

- tráeme otra ronda-  dijo mario sin fuerzas a la mesara que lo atendía.

no podía creer a que nivel había llegado solo por ser un cobarde, pero no podían culparlo, el miedo es mas fuerte que el sin duda.

estaba sonando la cumbia mas bailable de la historia cuando de repente una persona se sienta a la par de mario .

- hola -  dice el desconocido hacia mario, mario, sin intenciones de contestar a la persona se da la vuelta ignorando por completo al desconocido.

- me llamo samael-   dice el ahora conocido de mario.

es un lindo nombre, pensó mario, a lo cual se golpeo muy fuerte la cabeza para alejar todo tipo de ideas hacia su nuevo amigo.

- hola, samael.-  le contesto al fin mario a samael, fijando su mirada hacia esos ojos tan brillantes que tenia aquel chico.

- ¿vienes aquí seguido?- pregunto el chico de ojos brillantes a mario el cual se quedo unos 5 minutos admirando la cara tan perfecta de aquel chico llamado samael, y al escuchar su voz se dio a retenerse de ir y besarle al instante.

- ah, no, es mi primera vez en un bar como este.-  le contesto un tanto nervioso a samael.

- aquí tiene su otra ronda caballero.- dijo la mujer dejando los shots en la mesa dándose la vuelta para irse.

- ¿quieres?-  pregunto mario hacia samael haciendo que samael asienta con gusto.

las 3:30 de la madrugada se mostraba en la pantalla del celular de mario

-mierda, tengo que irme, ¿me darías tu numero para seguir en contacto?-  a lo cual samael anoto su numero en una servilleta y se la dio a mario.

un "adiós" salio de sus bocas al mismo tiempo, dándose la mano y esperando con ansias un mensaje del otro a la mañana siguiente...


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⏰ Última actualización: Aug 25, 2022 ⏰

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El amor entre deslizaderos de piojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora