En esta historia, dos hombres tuvieron el corazón de Horacio. ¿Cuál de ellos se llevará su corazón para siempre?
Claudio × Horacio
Volkov × Horacio
❤
➢ COMPLETA
➢ Contenido homosexual.
Hoy día lluvioso tocaba, y Horacio no quería levantar se de la cama. Tenía el turno de la mañana, y esa no era la mejor, pero tenía que ir.
- Ufff... ── suspiró Horacio mientras se levantaba de la cama.
Hace relativamente poco había declarado a su amor, al Comisario Volkov. El cual le rechazó.
Horacio había llegado a comisaría después de un rato peleando con su cresta. Al llegar se encontró con el que menos quería encontrar, Volkov...
- Buenos días Horacio ── saludó el ruso mirando al de cresta de reojo.
- Buenas... ── le respondió cabizbajo Horacio, y acto seguido entró para no tener que hablar más con el.
El de cresta azul (está vez) estaba parado en recepción cuando vió al Comisario pasar a su lado. Horacio no pudo evitar mirarle está vez, estaba tan enamorado...
- ¡Ey Horasioooos! ── dijo Gustabo acercandose a su hermano.
Horacio dejó de pensar, y subió la cabeza para ver a Gustabo ── ¡Hombree Gusnabo! ── Horacio quería dejar de pensar en Volkov un rato, y que más que estar con su hermano.
- Oy- ── Gustabo se dió cuenta de lo que iba a decir y como conocía a su hermano decidió no hablar del tema.
- ¿Mhm? ── murmuro el de cresta.
- Eh... No nada... Que.. ¿Salimos a patrullar un rat-
- ¡Capullos venid rápido! ── una voz conocida interrumpió al rubio.
- ¡Papu! ── exclamó Gustabo.
- ¡¿Com-?! ── Conway quiso gritarle al rubio, pero Horacio habló para no empezar una pelea de porrazos más que nada.
- ¿Que pasa, para que nos necesita? ── preguntó Horacio acercando se al superintendente.
- Venid conmigo. ── dijo y empezó a subir hacía su despacho.
Al llegar Gustabo y Horacio se sentaron en las sillas delante de la mesa y Conway en su "trono" como lo llaman algunos. Pero para sorpresa de Horacio no estaban ellos tres solos ahí, también estaba Volkov.
- Hola Comisario. ── saludo Gustabo.
- Buenas ── saludó el ruso.
- Escuchad supernenas ── dijo el mayor. ── Tengo una misión para vosotros, durante semanas hemos estado siguiendo a unos secuestradores y los hemos encontrado. Confío en vosotros tres para ir a atraparlos. ── prosiguió Conway.
- ¿N-nosotros tres? ── preguntó preocupado el de cresta.
- Claro, vosotros dos y Volkov. ── dijo señalando al peli gris.
Horacio miró por un momento a Volkov, pero quitó la vista inmediatamente ya que Volkov volteó para verlo. Conway les explicó un poco más lo que tenian que hacer.
- Entonces quedamos en una semana en el badulaque central. ── dijo el ruso yendose hacía la salida.
- N-nos vemos... ── Horacio y Gustabo salieron después de Viktor y fueron a patrullar ya que Horacio lo pidió.
Horacio solo quería que le diera el aire y poder estar tranquilo por un momento.
- Ey Horacio, se que no debería sacer este tema pero... Te veo muy mal después de lo de... Tú sabes. ── Gus estaba preocupado por su amigo, con quien había pasado una vida entera.
- No que va... Estoy bien no te preocupes Gus. ── el de cresta solo pudo decirlo en voz baja mirando al suelo del coche, quería evitar el tema.
- No te presionaré pero que sepas que estoy para escucharte hermano.
- Estoy bien de verdad...
Se quedaron en silencio, hasta que un robo los interrumpió, estuvieron bastante tiempo patrullando, cada uno se despidió, ya era de noche y habían acabado el turno. El rubio abrazó a su hermano y le dedicó una sonrisa antes de irse. El de cresta entró en su casa, se duchó, se cambió y se tiro a la cama. Encendió el móvil y vió un mensaje de Volkov.
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