Era el día de la fiesta, era el día que Nishimura cambiaría parte de su amistad con aquel pelinegro de mejillas rosas.
Nishimura estaba tan nerviosa y ¿triste?, claro que seguía triste que su padre no lo aceptar y saber todo eso de su madre pero da igual, el ahora tenía a Kim y el era más feliz que nunca.
Nishimura se preparo para la fiesta mientras que por otro lado, Kim estaba llevando todo lo del campo a la ciudad.
Pasaron las horas y llegó la hora de la fiesta, Kim fue ya que era parte de los organizadores de la comida y pastelería, el ama la pastelería por lo que hizo unas deliciosas galletas de vainilla con chispas de chocolate.
Kim estaba buscando a aquel rubio que esperaba ver, quería decirle cómo estaba Bisco y lo extrañaba, lo busco por casi toda la ciudad y nunca lo encontró hasta que se le ocurrió ir al bosque...
En aquel bosque donde se encontraban la mayoría de veces estaba aquel rubio, decorando con todo lo que le gusta a sunoo, le compró chocolates de choco menta, un peluche de zorro que sería como su hijo y unos collares, aquellos collares que marcarían su destino.
Kim llegó al bosque en busca de Nishimura y ahí fue donde lo encontró, sentado debajo de un árbol y pensativo.
- Nini, aquí estas!! - Corrió a abrazarlo
- ¿Nini? - Preguntó
- PERDÓN!! no se si te molesta, es solo un apodo pero si quieres te digo de tu nombre, solo que tu nombre es aburrido!! - Solto una carcajada
- Si nos vamos a poner apodos yo te pondré uno - Sonrió - Mmmh que te parece my destiny - Dijo sonriendo
- ¿My destiny? - Dijo dudoso
- Si, nosotros nos encontramos de la nada, como si estuviéramos destinado a estar juntos - Dijo sonriente - Hay 300 mil millones de estrellas y siempre hay algunas que se encuentran por casualidad así como nosotros, por eso eres my destiny porque nos encontramos por destino como las estrellas.
Kim en ese momento estaba un poco triste, como pudo pensar que podría usar a Nishimura para su conveniencia, Kim en ese momento estaba triste pero le dolía su estómago, le dolía como si hubiera comido mariposas.
La tarde iba pasando, comieron, platicaron de lo que hicieron esos días y decoraron algunas galletas, Kim pensaba que debían de volver a la ciudad y más Nishimura, el hijo de Nishimura Dai.
- Nini, cuéntame sobre tu padre - Dijo dudoso
Su padre, no sabía que contarle de su padre, él no era buena persona, le gritaba y lo golpeaba, por su culpa su madre se fue...
- Mi padre... mejor hay que comer las uvas, necesito decirte algo mas importante - Sonrió
Así fue como pasaron la noche, llenos de risa y aventando uvas a todos lados, llenándose de tierra y jugando por todo lo bosque hasta que dieron las 7pm y Nishimura sacó una caja con unos collares.
- Kim no se como decirte esto - Dijo nervioso - Desde que te conocí, mi mundo cambió, mi felicidad cambió y tal vez esto no es tan bien visto por la sociedad pero te amo, no sólo te amo como amigo, te amo de amor, te amo Kim quiero estar toda mi vida junto contigo, quiero dormir abrazado de ti siempre y despertar a tu lado y ver esas mejillas rosas, quiero darte la mano siempre que estemos juntos y decir que esas mejillas rosas me pertenecen - Sonrió - Quiero verte todos los días y hacer que nada nos importe, las opiniones de los demás no me importan, no me interesan si hago algo malo yo quiero ser feliz a tu lado y quiero decir que me perteneces, que mi novio es el gran campesino lindo de mejillas rosas así que, Kim me gustas mucho y prometo hacerte feliz ¿Me darías el honor de ser tu n-novio? - Lo último lo dijo nervioso
Kim no sabía que responder, estaba nervioso, ¿su padre aceptará eso?, ¿podrían ser felices? Kim dejó de pensarlo y simplemente asintió con la cabeza, arriesgaría su vida y su felicidad con sólo ser el novio de Nishimura.
- También quería darte esto, son collares de pareja, son unas estrellas porque las estrellas por más que estén alejadas se vuelven a reencontrar y así espero que en nuestras próximas vidas nos veamos y nos enamoremos siempre - Saco el collar de su caja
- Nini son lindisimos, soy muy afortunado de ser tu novio - Lo abrazo
Nishimura no podía dejar de pensar en que lo quería besar, ese día de la fiesta Kim se arreglo mas, tenía los labios un poco más rosas de lo normal, seguramente se los pinto a escondidas y eso lo hacía más lindo.
- My destiny, ¿puedo besarte? - Pregunto tímido
Esa pregunta hizo que un lindo pelinegro se sonrojara y tuviera las mejillas más rosas de lo común.
Rápidamente asintió y el rubio se acercó más a él, en una distancia de 5cm el pelinegro cerró los ojos, dando una señal de que podía hacerlo y el rubio rápidamente junto sus labios cortando esa poca distancia que tenían.
El beso no fue salvaje, fue lindo, el sabor de las uvas que habían comido y ese labial sabor cereza que tenía, ahora los labios de Kim serían su nueva adicción, aumentaron la velocidad del beso, rápidamente se separaron por falta de aire y volvieron a besarse.
Esa noche estuvo llena de besos, abrazos, caricias y felicidad de los 2 adolescentes enamorados aún que estuviera prohibido, esa felicidad que nadie podría explicar al ser novios nadie se las quitaría o eso pensaban ellos...
Por otro lado en la ciudad el padre de aquel rubio estaba desesperado por encontrar a su hijo.
- Señor, no encontramos a su hijo por ningún lado - Dijo un guardia
- Se donde puede estar, vayan al campo y saquen a la familia Kim de su hogar, si no está su hijo entonces mi hijo debe de estar con su hijo marica en algún lugar - Dijo enojado
- Después que haremos - Pregunto el guardia
- Maten al hijo de la familia Kim - Sonrió
- Pero señor, no podemos hacer eso - Dijo asustado
- MATENLO DIJE, HAGAN LO QUE LES ORDENÓ O USTEDES SERÁN LOS MUERTOS - Dijo enojado
- Si señor - Rápidamente se fueron
- No voy a permitir que mi hijo se vaya con un marica, y peor, que mi hijo se haga marica como su madre - Pensó el padre de aquel rubio
Oh, Nishimura y Kim, no debieron irse al bosque.
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-Holaaa, es todo por esta semana, ojalá les guste y tomen agua jiji. 💗💗
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my destiny!! // sunki
FanfictionKim Sunda y Nishimura Rimi, 2 enamorados profundamente del otro aún que este mal visto; lo que no saben es que el padre de aquel rubio japonés hará lo imposible para poder separarlos o al menos que en la siguiente vida vuelvan a encontrar. - no hay...