𝙆𝙤𝙤𝙠 𝙆𝙤𝙤𝙠 𝙔𝙤𝙪 𝙖𝙧𝙚 𝙣𝙖𝙪𝙜𝙝𝙩𝙮! 𔘓 𝙆𝙤𝙤𝙠𝙫

13

Le dolía la cabeza como el infierno, Jungkook se levantó y casi se cae, tuvo esos mareos repentinos al levantarse.

— No debí tomar mucho.

Jungkook salió de su habitación y fue a la cocina para servirse un vaso de agua.

— Eso no te ayudará. — Dijo Taehyung entrando a la cocina.

— ¿Qué crees tú que podría ayudarme?

— Se hacer una bebida especial.

— Toda tuya. — Jungkook abandonó la cocina dejando a Taehyung cocinar.

Después de 10 minutos, Taehyung le dio un licuado de color verde.

— Todo y te aliviará del malestar.

— ¿Que es? — Dijo oliendo el vaso.

— Mejor no preguntes y tómalo.

Jungkook asintió y se lo tomó rápidamente haciendo una mueca de amargura.

— ¿Ahora estás mejor? — Pregunto Taehyung cruzado de brazos.

— Si, ¿Quien te enseño a hacer esto?

— Mi madre me lo daba cada vez que yo iba a una fiesta y venía un poco pasado de copas.

— Gracias.

— Vamos a comprar al centro comercial.

— ¿Ahora?

— No tenemos comida y si vamos a vivir aquí me gustaría remodelar un poco este departamento.

— Bueno, déjame ducharme y alistarme y salimos. — Dijo Jungkook perezosamente.

Taehyung vio a Jungkook encerrándose en el baño y sonrió levemente.

Horas después ambos ya estaban en el centro comercial.

— Jungkook anda trae frutas, yo estaré aquí. — Dijo el castaño viendo muy concentrado la fecha de vencimiento de unas galletas.

— Ya vengo. — Jungkook se fue y agarró una sandía, peras, uvas y fresas.

El pelinegro estaba viendo la variedad de frutas que no se dio cuenta cuando choco con una chica pelirroja.

— Perdón. — Jungkook hizo una reverencia y la chica tenía las mejillas sonrojadas.

— Fue mi culpa, lo siento, no me fijé por dónde iba. — Dijo tímida.

— Está bien, yo también estaba distraído. — Sonrió.

La chica se quedó embobada por la sonrisa del pelinegro.

— Ejem. — Taehyung estaba con el carrito en la mano y le quitó bruscamente las frutas a Jungkook.

Jungkook frunció el ceño confundido, la chica solo enrojeció y se fue.

— Voy a pagar. — El castaño aceleró el paso.

— ¿Porque fuiste brusco?

— Estabas parado ahí perdiendo el tiempo, ya es tarde, debemos regresar a casa.

— Eso no-

— No me importa.