𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔... 𝐒𝐄𝐁𝐀𝐒𝐓𝐈𝐀𝐍

CAP 4

Desde que tuve 8 años de edad, mi vida parecía una hermosa fantasía llena de una armonía que creía, sería eterna. O al menos.....eso era lo que pensaba.

Vivía en conjunto con mi madre, mi padre, en una gran casa de color gris con detalles negros y blancos, con un amplio jardín de hermosos rosales de rosas rojas, tulipanes y margaritas. En un lugar recóndito de Francia.

Mi madre, Diana Michaelis. Era como ninguna otra mujer, desbordaba sensualidad, pasión y dulzura. Debido a que su apariencia reflejaba ser la de una mujer de 30 años o menos. Cabellos dorados, piel blanca y hermosos ojos rojos.

La mujer que destruyó mis ilusiones y corrompió mi alma con hechos y palabras hasta dejarme como un cascaron roto y vacío. La mujer a la que jamas odie, pero si ame hasta el día que se marchó, a pesar del mal que me causo.

Y mi padre físicamente era parecido a mi, con la única diferencia de que sus ojos eran de un café oscuro intenso.

Él era alguien que siempre tenía motivos de trabajo para marcharse. Por lo que no recuerdo mucho sobre él, y porque lastimosamente falleció un día antes de mi cumpleaños, debido a que lo asfixiaron mientras dormía en uno de los lugares en los que acostumbraba a quedarse con una mujer, según las autoridades.

Mi madre por supuesto, no se lo tomó a la ligera y se llenó de mucha frustración que pronto se convirtió en odio, odio que desahogo en mi.

Desde la muerte de mi padre, aquella mujer comenzaba a molestarse cada día más conmigo. Solo por el simple hecho de recordarle a mi progenitor, lo que aumentaban los golpes en todo mi cuerpo dejándome dolorosos rasguños y moretones a punto de sangrar. Lo que al principio me dolió y lastimó mi corazón, pero al poco tiempo me acostumbré y olvide lo que significaba el dolor físico.

Los días que solíamos salir al centro de la ciudad, ella se comportaba cariñosa, sobreprotectora y complaciente en lo que le pedía. Eso me confundía, aún así yo accedía a dejarme comprar con cosas materiales esperando algún cambio de parte de ella.

Con el tiempo su táctica de tortura cambio a una donde no se me permitía comer algún bocado de las tres comidas por cuatro días e incluso ir en esas condiciones al instituto, para luego volver a casa y encerrarme en mi habitación.

Lo que no era tan malo después de todo. Ya que ocupaba la mayor parte de mi tiempo desarrollando todos mis trabajos académicos así como de vez en cuando leía libros de economía, idiomas, gastronomía, moda e ingenieria. O simplemente bailaba para perfeccionar los 3 estilos de baile que conocía, los cuales eran ballet clásico, vals y tango a escondidas de esa mujer.

Pero supongo que todo secreto no puede durar infinitamente, ¿Verdad?.

Un día de tarde nublada por las grisáceas nubes que amenazaban con soltar todo su llanto. Llegué a casa muy decepcionado, mi mejor amigo llamado Undertaker y que siempre me brindaba su apoyo incondicionalmente, resultó ser la persona que me humilló frente a todo el distrito. Sin más, desahogue mis emociones bailando solo en mi habitación dejando la puerta entre cerrada, desconociendo la existencia de otra persona que observaba mis movimientos con mucho silencio y cautela.

Cuando mi baile finalizó, esa presencia se hizo presente dejando ver su esbelta figura cubierta por un largo vestido negro. Mirándome de manera sería y vacia, lo que me hizo estremecer poniendome nervioso por lo que pudiera ocurrir en ese momento. Pero lo que hizo fue algo que no espere de su parte, me abrazo con mucha suavidad apegándome a su pecho seguido de susurrar su despedida en mi oído.

A la mañana siguiente desperté algo perdido y consternado  por el repentino acto de mi madre la noche anterior, acto que me negaba a creer. Y para confirmar sus palabras, salí en dirección a su habitación seguido de buscarla por toda la casa con ayuda de los cuatro empleados que vivían allí. Efectivamente, se había ido recogiendo todas sus pertenencias sin dejar nada a parte de toda su fortuna.

La razón es completamente desconocida para todos y en especial, para mi. Pero ya nada de eso importaba, toda mi vida había estado controlada por el abuso y el maltrato. Ahora que tenía la mayoría de edad, era el momento de reclamar mi libertad y seguir adelante.

🖤🥀

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en largos meses, en los que mi empresa crecía precipitadamente convirtiéndose en la número uno en la industria de los textiles, permitiéndome salir a distintos puntos del mundo. Haciendo que tuviera momentos de placer donde no faltaban las mujeres, el alcohol y el dinero, que de a poco se iba convirtiéndo en mi forma de vivir.

La primera vez que tuve relaciones sexuales con una mujer, fue una experiencia satisfactoria y agradable, de forma que la hice mi novia, desgraciadamente nuestro "romance" no duró mucho tiempo debido a su inmadura actitud, la cual termino por aburrirme. Y concluí con esa relación.

En aquellos días, las incontables aventuras que tenía con cada mujer y hombre que encontraba en cada lugar que visitaba, no lograban satisfacer completamente mi alma.

Lo que yo buscaba era, una sensación magnética que me atrayera sin la necesidad de exhibirse y que sólo su mirada hablara por si sola.

Viaje por distintos países del mundo con la esperanza de encontrar algo, y entonces termine llegando a Londres.

No podía parar de mirarlo, curiosamente el tampoco dejaba de hacerlo.

Su rostro juvenil cubierto en el lado derecho por un parche de color negro, no disminuía la calidad del bello color azul de su mirada que llegaba frenéticamente a mi cabeza haciéndome delirar por un segundo.

En ese momento lo escuché hablar con sus rosados y tentadores labios, su tono era suave, serio, lleno de confianza y seguridad. Cuando inevitablemente lo tome de la muñeca pregunte su nombre el cual convinaba a la perfección con su persona

_"Ciel"_ susurré su nombre sin que lo notará, inesperadamente él supo quien era. Pero ¿por qué no se comportaba como los demás?

Nervioso, ruborizado y tímido......

Definitivamente anhelo nuestro próximo encuentro, esperando que nuevamente tus dulces manos sean las que toquen las mías.

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Continuará....

*¡Volví!. Disculpen el retraso, pero como mencioné anteriormente me sentía fatal y debía descansar.

*Pero ya me siento mejor, y por eso escribí un cap de la vida de Sebastián y lo que pensó cuando conoció a Ciel.

*Por ahora estoy trabajando en el siguiente, así que no demorare mucho en actualizar.

Sin más, me despido.

Bye~