- Jefe, jefe...- el líder de los Firelight pudo escuchar como Scar lo llamaba en la lejanía. Ekko, que se encontraba inmerso en uno de sus inventos, sintió como un escalofrío recorría su cuerpo. Un escalofrió que, aunque no fue de completa preocupación, no le hizo sentir mejor, pues los gritos de Scar nunca eran buena señal y que esta vez fueran acompañados de un pequeño tono de diversión no hacía más que dar alas a sus peores pensamientos.
- Jefe, ha vuelto a pasar.
Scar entró repentinamente en su habitación-despacho-taller y, al ver como una sonrisa aparecía en su rostro pese a sus obvios intentos por reprimirla, no pudo hacer más que confirmar sus peores temores.
- No me lo digas, no quiero saberlo. - Respondió con firmeza, pero, sobre todo, con un un enojo evidente.
- Vamos jefe, se ha metido en un lio... bastante gordo. No creo que pueda escapar él solo. Necesita ayuda.
- Estás subestimando una de sus pocas virtudes: su habilidad para escapar de los problemas que él mismo crea. Lo lleva haciendo toda la vida, así que estará bien. Además, yo estoy demasiado ocupado como para distraerme por sus idioteces.
El peliblanco intentó sonar lo más seguro posible para demostrar que ese chico no significaba nada para él, aunque llegó a la conclusión de que no había funcionado al ver la sonrisa de Scar ensancharse aún más. Lo peor de todo es que ni si quiera había sido capaz de convencerse a sí mismo.
- Sabes, estoy seguro en un 99% de que solo lo hace por llamar tu atención. Por mucho que estemos en Zaun es imposible enfadar a tanta gente. Hasta yo le tengo un poco de asco. Estoy seguro de que solo quiere que su príncipe azul lo rescate y se lo lleve en sus fuertes brazos.
- Pues este príncipe está ocupado, que llame a otro. Tú por ejemplo pareces bastante ocioso. ¿Por qué no vas tú a rescatarlo?
- Lo siento jefe, pero los twinks de Piltover no son mi tipo, ese es más tu rollo.
Un pequeño sonrojo apareció en las mejillas color chocolate de Ekko. Si había algo que odiaba de sí mismo era haberse enamorado de un maldito niño rico de Piltorver. Maldita sea, él era un hombre inteligente. ¿En qué estaba pensando? ¿Acaso no había aprendido nada? Nunca viene nada bueno de Piltover. Y ese rubio era la prueba viviente de ello.
Sin embargo, lo peor de todo no era eso. Lo peor era que, pese a que realmente se había esforzado por ocultarlo, todo el mundo parecía saberlo. ¿Acaso era tan obvio? Aun así, su orgullo era demasiado grande como para no continuar con el "engaño". Hasta que no le pillasen con su polla dentro de ese pilti, oficialmente no era nada más que un molesto grano en el culo para él, algo que, por desgracia, no dejaba de ser cierto.
Al final, ante la falta de una respuesta por su parte, Scar volvió a hablar mientras se dirigía hacía la puerta, sacándole de sus pensamientos.
- Haz lo que quieras jefe, no voy a obligarte. Pero si ese chico muere te quedarás sin nadie que te "abrace" por las noches.
- Scar. - Intentó llamarle la atención con firmeza. - No me he acostado nunca con ese chico. Y ahora vete, tengo mucho trabajo.
Llegados a ese punto, Scar tuvo que hacer un fuerte esfuerzo por no soltar una fuerte carcajada. Realmente no entendía por qué le costaba tanto admitirlo.
- Está bien, ya me voy. Él está en los barrios bajos "conversando" con unos matones de un barón químico. Lo digo por si te apetece ser un héroe. O simplemente que ese rubio no muera.
Scar comenzó a cerrar la puerta con la intención de dejarle solo, aunque justo antes de salir volvió a hablar.
- Solo recuerda que en este sitio las paredes no es que sean especialmente insonoras.
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Enamorado del pilti más insufriblemente encantador. Ekko x Ezreal
FanfictionEkko y Ezreal llevan meses en una relación secreta en la que Ekko es incapaz de asumir que está enamorado del mayor grano en el culo que jamás había conocido. Lo peor de todo es sentir el miedo de perderle en cualquiera de sus absurdas expediciones...