Si era Eadlyn Gale, la hija del rey y la reina de Nordligen . La atípica chica de 16 años que muy pronto tendrá a un país en sus manos.
Así era mi vida, cualquier persona pudiera haber dicho; Ella lo tiene todo, nada le hace falta. Pero se equivocan, tenerlo todo no significa felicidad. Al menos no para mí. Sueño con tener que elegir unos pantalones vaqueros y una camisa sin chiste, pero eso no me pertenece, me pertenece usar vestidos del tamaño de un esplendoroso árbol, y del color mas brillante que pudiera haber, -no es que no me gusten- Si no que quisiera ser una chica del país nada más. Sin ser la "Princesa Eadlyn" a la que le deben de dar una relevancia cada de camina por los pasillos del castillo, y la que tiene que pasar todo el día con papá. Pronto el país estaría en mis manos- literalmente- y yo no tenía la menos idea de cómo gobernar, y saber que mis decisiones no acabarían en desastre.
-Eadlyn, Despierta.-Dijo una de mis doncellas.
-No, May, ¡No! Quiero dormir... -Dije.
-Señorita levántese tiene que probar lo que le han hecho de desayunar.-Dijo May.
-¿Qué me has traído de desayunar May?.-Dije recargada en mi enorme cabecera.
-Un poco de fresas y kiwi, con una crema deliciosa que han preparado para mi Eadlyn, junto con un poco de un refrescante té.-Dijo May, señalando con su dedo el delicioso desayuno.
-Uumm, ¡Es delicioso!.-Comencé a comer, mientras mis hermosas doncellas preparaban el vestido de hoy.
Era muy lindo, era amplio, color rojo, con algún adorno en la cintura, tenía a las mejores doncellas de todo el reino, de eso no tenía duda. Ellas me querían como si fuéramos hermanas, pasábamos todo el tiempo juntas -bueno casi todo-, hablábamos de los guardias de lo guapo que eran, de cómo sería si yo no fuera "la princesa Eadlyn", y a que casta perteneciera si fuera un chica normal.
Al poco rato, me vestí, May además de traer mi desayuno delicioso a la cama, era mi peinadora, el vestido no tenía ningún adorno en los brazos o cuello, así que dejo mi cabello suelto hasta media espalda, con un poco de rizos que ella misma hizo con sus delicados dedos. Me pare y fui directo hacia la puerta.
-Que tenga muy buen día princesa.-Me dijeron al salir de la puerta.
-Muchas gracias.-Dije con una sonrisa.
Así comenzaba mi día. Mis doncellas eran personas más lindas que haya conocido, siempre estaba al pendiente de mí, de poner mis libros en su librero ordenados por sus hermosos colores, al igual que mis vestidos y zapatillas. Las quería tanto como para que se quedaran toda la vida a mi lado.
-Edlyn hija.-Llamo mi padre
-¿Qué pasa padre?-Dije.
-Te necesito en mi oficina inmediatamente.-Dijo con voz firme.
Camine rápido hasta llegar al despacho, era enorme con fotografías y libros alrededor.
-Necesito que estés aquí en mi representación, tengo que viajar al norte de España para arreglar algunos asuntos acerca del convenio que tenemos con los estadounidenses, y los ataques que se aproximan. Sé que eres responsable Eadlyn y sé que podrás controlar todo en mi ausencia.-Dijo con un tono firme y preocupado a la vez.
-¿Yo? Pero padre, aun no me siento realmente responsable, tengo 16, no puedo.
-¡Claro que puedes Eadlyn! Te eh educado para eso, para en un futuro seas reina. Así que nada de peros... Voy a hacer mis maletas y estas a cargo.
Yo no podía hacer eso... No confiaba lo suficiente en mí, necesitaba a alguien que me guiara, en este caso era mi padre, pero él... Estaría ausente.
Corrí hacia la sala donde lo más probable es que mama estaría, y ahí estaba su vista estaba fija hacia el jardín, necesitaba contarle, necesitaba decirle que no podía con esto, aunque fueran algunos días solo..
-¡Mama!.-Dije casi gritando.
-Eadlyn, ¿Qué pasa cariño?.-Dijo con su tono dulce de siempre.
-No puedo mamá, no puedo hacerme cargo del país, aunque sea por unos días, no puedo. Convence a papa que deje a alguien más a cargo, yo no puedo hacer eso.-Dije casi rogándole de rodillas.
-No puedo Eadlyn, la decisión está tomada. Tu puedes con eso y demás.. Pronto serás...
No deje terminar la frase que iba a decir mi mama, y mi límite a decir:
-Sí, pronto serás reina, tendrás a todo el país a cargo, y si tendrás que encontrar al "príncipe azul" que te acompañe toda tu vida aunque no estés enamorada de él, y en vez de sentir amor, sentiré repulsión por tener a lado a alguien que no quiero.-Dije.
-Eadlyn cariño... Yo no quería decir eso.-Dijo con la cabeza baja.
-Descuida mama todo estará bien.-Dije con un poco de sarcasmo, y camine lentamente hasta mi habitación.
No quería tomar a cargo el país, ni siquiera unos días, sentía una presión en el pecho enorme como si al estar a cargo significara "PELIGRO" Eadlyn echaras a perder todo. No es que no confiara en mí, si no que no me sentía preparada, pensé que antes de tomar el puesto de reina, gozaría de mi vida, conocería a chicos, amigas, personas con las cuales socializara aparte de las princesas de otros estados, países, pero estaban a punto de dejarme un puesto el que no quería tomar.
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¡Hola! Bueno, es que es el primer capitulo de la novela. Espero que les guste, ¡Prometo subir el segundo capitulo pronto!
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In The name of love.
Historical Fiction¿Te has dado cuenta de todo lo que puede sufrir la realeza?¿Cuantas veces has pensado en tomar un puesto superior, tenerlo todo? Eadlyn, ella no es la típica chica que sale con la libertad de una mariposa a andar por ahí.Ella es una princesa, una ch...