Único

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 Voy amarte hasta que odies.

Te amare como una viuda negra.

Sintió nauseas al ver como esos brazos delgados abrazaban a ese hombre que duerme en su cama todos los días, aquel que le prometió hasta el cielo, pero le dio el mismísimo infierno.

Un nudo se le formo en la garganta y cerró los ojos para no ver el beso apasionado del cual era expectante. Giro de lado, observando el pasillo vacío, el último piso del edificio de la empresa de su marido, donde supuestamente trabajaba. Y avanzó arrojando el regalo que hizo para él. Miró con desprecio como terminó en el tacho de basura.

"Maldito" dijo entre diente y apretó los puños. Sus pies avanzaron inconscientemente pues su mente estaba perdida, y lo único que pudo sentir fue traición, algo que nunca creyó experimentar, menos de la persona de quien puso las manos al fuego, Pero no solo fue Uzui, sino lo que mas le duele, es que fuera con una mujer que consideraba como su amiga. Frunció el ceño con ira y sus venas se dilataron al punto de hacérsele difícil respirar con un nudo en la garganta.

"Mi señor, ¿le comunico a su esposo de que estuvo aquí?"

Zenitsu encaro a la persona que se encontraba detrás de un escritorio en la recepción, y él sonrió con pesar.

"No es necesario" mencionó y salió del edificio.

"Zenitsu, ya estoy aquí" anunció el alfa, extrañado de no ser recibido por su omega como cada día

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"Zenitsu, ya estoy aquí" anunció el alfa, extrañado de no ser recibido por su omega como cada día. Fue a la cocina y lo vio dándole la espalda al frente de la estufa. Y río con una mueca. Acercándose, le tomo menos de un minuto para llegar hasta el y abrazarlo por la cintura.

"Hola, bonito" dijo con dulzura cerca de la marca del menor, más se sintió raro al no recibir ninguna reacción de su omega, ni un beso, ni una caricia, ni lo empalagoso que era. Quito sus brazos, aburrido de todo, se alejó y tomo una mazana que yacía en la mesa.

"Iré a bañarme, y saldré" informó sin interés.

"¿No cenarás?" preguntó un callado Zenitsu hipnotizado por la textura de la pasta que había hecho, aunque sabía de por sí la respuesta, entonces, ¿Por qué se molestaba haciendo esto? Se preguntó con rabia.

"No" respondió Uzui, mirando de reojo al menor y volvió sus ojos al móvil cuando este sonó, sonrió de lado al leer el mensaje que estaba esperando. Sin embargo, su sonrisa se borró al escucharlo decir.

"Si no vas a cenar, por lo menos dime para no hacer ni una mierda" espetó con tono molesto, y hasta el mismo se sorprendió, pero no le importó, ya no más, no se aguantaría nada. No más.

Uzui dejo el celular de lado y frunció el ceño, ya que, se sintió ofendido, nunca Zenitsu se portó así con él, siempre fue amoroso al punto de ahogarlo, pero jamás, escuchó salir de sus labios un lenguaje abusivo.

I SEE REDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora