El primer amor... Primer vistazo a ese sentimiento tan fuerte, te puede romper, sí, pero también te puede salvar... Esta historia estará llena de primeras veces, de experiencias que van forjando el destino de nuestros personajes, un lugar donde el a...
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Erwin habló por largo rato con Hange pensando en cómo podían decírselo a Aru, sabían que iban a destrozarla con las noticias, así que envío dos cartas, una citando a Aru en el lugar y otra contándole a Pietro lo que había sucedido, pidiéndole que debía acompañarla, pero sin decirle nada.
Un par de días después ambos recibieron las cartas, Pietro estaba solo en su dormitorio cuando la leyó, fue un balde de agua fría, se dejó caer en la cama pensando en que Aru tenía razón y no le hizo caso, la culpa se hizo presente y empezó a llorar por imaginar el dolor que sentiría ella cuando se enterara, además no se le daba bien ocultarle las cosas, ella siempre sabía cuándo se encontraba mal.
Esa misma noche Aru llegó a su habitación alegre
— Hola Pietro, ¡¿Adivina qué?! – se interrumpió al notar a Pietro cabizbajo y con los ojos enrojecidos – Pietro ¿estás bien?
— Sí, no es nada... es... peleé con Valeska
— ¡Mierda! ¡¿Ahora que hiciste?!
Se acercó a ella y la abrazó, ese abrazo tenía todo el dolor de alguien que guarda un secreto terrible
— No hice nada... te quiero Aru, nunca te lo he dicho, pero eres mi única familia y lo que te pase a ti, también siento como si me pasara a mi
— Pietro... siempre has sido mi luz en las noches más oscuras, mi guía, en quién más confío, sabes que de no ser por ti hubiera hecho muchas locuras... no me gusta verte así... ¿quieres contarme qué pasó?
— No es nada
— Pero estabas llorando, te conozco
— Espero que se solucione... pero... ¿qué querías decirme?
— Bueno, es que Erwin me pidió que fuera para ver unos asuntos, de seguro necesita ayuda con los suministros, así que mañana parto a Ehrmich, ¡por fin podré ver a Mike de nuevo!, debe estar ocupado no ha tenido tiempo de escribirme
Irradiaba tanta alegría que una estocada se clavó en el pecho de Pietro al escucharla tan feliz y eso amenazó con hacerlo llorar de nuevo, Aru notó su silencio y rostro sombrío
— Pietro... me preocupas, solo mírate
— Estoy bien... me gustaría acompañarte, así me distraigo un poco
— Está bien, vamos a comer antes de alistar todo para mañana, la cocina está libre, te prepararé algo para que te sientas mejor
Le sonrió de manera triste y asintió, esa noche Pietro no pudo dormir, lo que estaba por venir sabía que iba a ser difícil y mentirle complicaba más las cosas para él. A la tarde del siguiente día llegaron, Aru estaba preocupada por la actitud de Pietro, pero a la vez se sentía feliz y aunque quería ver a Mike decidió que iría primero a presentarse con Erwin
