En la montaña

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||Esta historia está inspirada en la serie de libros, anime y serie de Disney del 2015 de "Heidi". Hace poco la termine y me gustó mucho la nostalgia que me provocaba. Sin embargo, quise inserta a mi Oc más desarrollado y querido y emparejarlo en una versión más adulta con el Pastor de cabras. No me miren feo, mi sueño de pequeño era leer un libro con esta temática y hare seré yo quien lo cree jajaja||


En las hermosas montañas de los Alpes Suizos se podía vivir de una manera pacífica y lenta o así lo recordaba el joven omega Leonardo Meier de 25 años, un muchacho de piel blanca y el cabello castaño que contrastaban con sus ojos oliva, el único nieto de Ernst Meier y su esposa Ana Meier. Después de una vida siendo profesor en la ciudad de Fráncfort, el muchacho había decidido volver a sus queridas montañas y su hogar después de unos largos 7 años de estudio y trabajo pudo volver. Su abuelo volvió a Italia junto a su esposa, ellos ya querían pasar sus últimos años de vida juntos en su país madre, Leonardo había heredado la casa del pueblo junto con la cabaña, según su abuelo ese sería su legado y debía mantenerlas impecables cuando ellos volvieran a visitar las montañas de suiza.

El tren segua corriendo los rieles mientras el joven miraba la ventana con entusiasmo, el paisaje, los árboles, la nieve, todo le era familiar, recordaba cómo se la pasaba de niño en la montaña y el pueblo, también lo invadió la nostalgia al recordar a cierta persona, Pedro Bendor, el único muchacho que al momento de conocer fue una extraña conexión, pero sin duda el amigo que más recuerda con cariño. Sin embargo, luego la tristeza invadió su cabeza, el recuerdo del día que se fue para poder estudiar, donde pedro no quiso despedirse de el y no pudo verlo por última vez en mucho tiempo, como su abuelo le dijo que se marcharía a Italia con su abuela y que Leonardo debería aprender a defenderse solo en la gran ciudad, pero ellos le daban su apoyo y su confianza de que lo haría.

El tren llego a su destino... Dorfli

Aunque su cuerpo era un manojo de nervios bajo del tren con sus maletas, no pudo terminar de pisar el último escalón del tren cuando fue recibido por Rico lanfrity, el muchacho italiano que habían atendido hace varios años con su padre en el pueblo, el Alfa italiano ya había recibido la noticia de su llegaba por su padre Francesco, en cuanto Rico vio a Leonardo se lanzo a sus brazos mientras le daba la bienvenida alegremente, el italiano había crecido en estos años de gran manera.

—¡Leonardo! Cuanto tiempo... ¿Cómo te fue en el viaje? — pregunto de manera entusiasta el joven alfa italiano — mi padre iba a venir, pero estaba terminando de arreglar la cabaña y me pidió que te recogiera

— Me alegras que este bien Rico, veo que ahora hablas muy fluido, pero sigues con el acento italiano de siempre — sonrió Leonardo mientras abrazaba al alto joven — Francesco no se debía molestar por eso...

— Pero como dices eso Leonardo, ahí vivirás de ahora en adelante, la cabaña debe estar en las mejores condiciones, no te preocupes por las maletas yo te ayudare — El italiano tomo las cosas del chico castaño como si una pluma se tratase y las cargo —

Todo el pueblo reconoció rápidamente a Leonardo, lo saludaron y preguntaron por su estadía en la ciudad, pero le dieron la bienvenida con alegría y le dijeron que todos añoraban su regreso y permanencia en el lugar. El camino hacia la escuela y las montañas no había cambiado en absoluto, el mismo edificio de la escuela y las mismas rocas adornaban su camino. Rico en el camino le iba contando todo lo que había pasado en esos años, Teresa se había hecho cargo de la tienda de los Keller y estaba comprometida con Karl traber desde hace unos meses, también que William y el ahora eran colegas en la carpintería de Hans, Rico era el experto en madera y William en el metal, los dos trabajaban arduo y eran un gran equipo.

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