Se acercaba una fecha importante para BJ, una chica peliazul, muy conocida por la mayoría de personas en esta comunidad, la cual podríamos llamar una ciudad no nada común o corriente.
La joven peliazul, como de costumbre, llevaba un día rutinario, no notaba que alguien tuviera interés en su cumpleaños, la cual es esa fecha importante próxima, aunque podría desanimarla, no lo resentía tanto, iba acompañada de sus dos personas más queridas, Avalon y Lucy, a penas demostrara tristeza, ellos se esforzaban en animarla.
Los días fueron repetitivos, nada fuera de lo común, solo que, empezaba a ver a ____ más que de costumbre, lo cual no era raro, era una amiga más para ella, los encuentros amistosos nunca venían mal.
Esos encuentros se hicieron más frecuentes, no le molestaba en absoluto, al menos no por el momento, hasta que llegó el gran esperado día.
Notaba la ciudad de una manera menos transitada de lo habitual, le extrañaba, no pensaba en nada especial, solo quería pasar el día con Avalon y Lucy, no era la peor elección, la consideraba la más agradable hasta el momento, mas no hubo rastro se ellos, en su lugar encontró a una de sus amigas.No eran su amado ni su querida amiga, más no iba a despreciar su compañía, era algo "decente" para la situación, iba caminando junto a Fern, aquella amiga de cabello verde que justo había encontrado, lo consideraba demasiado conveniente, ya que tenía la impresión de ser seguida, aunque no era tan extraño, había de todo tipo de personas en aquella ciudad.
Para su sorpresa, Fern la llevó a casa, pensaba que al menos caminarían un poco más, más la peliazul fue sorprendida por todos sus amigos, una fiesta sorpresa, veía el lugar lleno de globos, una mesa llena de regalos, una fiesta de en sueño para cualquiera con una vida tan sencilla como ella. Miraba a todos lados, veía a todos sus amigos, a excepción de 3, Avalon, Lucy y ____, pero quién sabe, quizás planeaban algo más para ella que causara un atraso para llegar. No podía estar más equivocada.
Pasaron las horas, nunca llegaron, más que ____ hizo una "breve" aparición, solo dejando un obsequio, con una insistencia en querer acompañar a BJ, a tal punto de ser agobiante para ella, más terminó por retirarse en menos de una hora. Al anochecer, la fiesta terminó, algunos se quedaron a recoger los restos de decoraciones, otros simplemente se marcharon.
La peliazul sentía una curiosidad profunda por la ausencia de aquellas dos importantes personas, incluso, le dolió un poco que no se presentaran, era demasiado tarde para pensarlo, estaba agotada, solo quedaba dormir esperando al amanecer con fé de que aparezcan.
Al amanecer, no los vió por ningún lado, hasta que alguien tocó a su puerta al rededor del mediodía, estaba segura de que se trataba de Avalon, aquellos ojos color de zantedeschia se iluminaron de un brillo único, sin pensarlo, abrazó a aquella persona, la cual estaba segura de que era Avalon, sintió un escalofrío al notar que no lo era, soltó de aquel abrazo tan rápido como pudo, mirando a la persona delante de ella, si brillo jamás se había esfumado tan rápido como ahora, la persona en la puerta, simplemente entró, cerrando la puerta de golpe, quitando de tu rostro una máscara, no una máscara cualquiera, era el mismísimo rostro de Avalon.
La peliazul, al realizar, quería vomitar, estaba demasiado impactada como para tener una buena reacción, empezaba a sudar nerviosa, estaba sola, sola con esa persona, esa persona que creyó que quería, ____, faltaba poco para descubrir su naturaleza. No era más que un persona obsesiva, que sin importar eso, no quería herir, miraba los labios de ____ moverse, estaba congelada, no escuchaba nada, no era capaz de entender, toda su mente estaba hundida en una niebla, volvió así misma al sentir que ___ pellizcó su mejilla, fue como una abofetada a una realidad más cruel.
Escuchando esas últimas palabras, creyendo que morirá en aquel momento, estaba temblando, no quería demostrar su temor, pero era pésima fingiendo, sentir aquellas manos, antes una cálida amistad, ahora eran algo que aborrecía, quería que se quiten de su cuerpo, pero no le respondía, solo escuchaba, sentía, sin capacidad de responder o moverse realmente, solo emitiendo sonidos de una persona preocupada, en este caso, atormentada, cualquier toque en su rostro, era como un rasguño, pensando que en cualquier momento se lo arrancaría.
Solo podía esperar a su destino si no cedía, esperando que alguien la salve, pareciendo que nadie estaría ahí.