VII

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— Jay. —sonrió inmediatamente tras verlo y puso su mano en el cristal, el rubio hizo lo mismo.

— Jake, estás aquí. —suspiró aliviado.— Te extrañé tanto, ¿Cómo estás? ¿Cómo están Sunghoon y Heeseung?

— Estamos bien, ¿Tú lo estás? —el mayor asintió rápido antes de sollozar y posteriormente comenzar a llorar en silencio.— Tranquilo Seongie, estarás bien, estaremos bien...

— No quiero estar aquí Jake, ya no quiero. —bajó su mirada y cubrió sus ojos con su brazo libre.— Ya no quiero verte a través de este cristal, quiero abrazarte otra vez, quiero abrazar a Sunghoon, quiero abrazar a Hee, quiero abrazarlo a él... De verdad no lo soporto, soy inocente. —limpió sus lágrimas y volvió a mirar al rubio.

— Sabemos que eres inocente, eres nuestro Jay, confiamos en ti... —quiso calmarlo pero no lo logró.— Saldrás de aquí, te lo prometo. Y cuando salgas voy a abrazarte muy fuerte, lo juro.

Jongseong asintió aún sin alzar su rostro. Jamás se había sentido tan solo, sentía que todos seguían avanzando excepto él, no quería que sus amigos lo olvidarán, no quería que lo dejarán ahí.

Necesitaba de ellos.

— Cuando dijiste "quiero abrazarlo a él" ... ¿A quién te referías? —finalmente el menor volvió a mirarlo esta vez más tranquilo.

Silencio.

Quería decirle, necesitaba decirle que alguien había logrado mover su mundo otra vez.

— Hay un chico... —respondió temblando.— Yang Jungwon, él me visita todos los días... —se encogió de hombros.— Me dijo que simplemente quería conocerme, hablamos muy poco pero es realmente lindo... Su sonrisa, sus ojos, su voz. —suspiró.— Jake, él me hace sentir bien.

El rubio pudo notar los ojitos ajenos brillar, incluso su tono de voz era diferente, era como la primera vez que se enamoró de Sunghoon.

No confiaba en Jungwon aún, quizás sólo era el hecho de que quería ser protector con su pequeño amigo rubio y no quería que nadie lo lastimara. No obstante, el castaño no parecía tener malas intenciones y Jongseong se veía feliz.

Antes de que pudiera hablar, el mayor lo hizo de nuevo.

— Sé que suena estúpido... Me gusta alguien que no conozco bien, alguien que apareció de la nada pero es que realmente me llena de confianza y es tan amable. —se encogió de hombros.

— Espero algún día conocerlo. —mencionó con una pequeña sonrisa mientras miraba de reojo a los guardias quienes se acercaban.— Si te hace feliz, entonces está bien por mí. —suspiró.— Te quiero Jay.

Los dos guardias se llevaron al mayor y Jake soltó otro suspiro. ¿Qué había hecho Jungwon para ganarse a su amigo? Si frente a ellos, el castaño era un total idiota, incluso Sunoo mencionó que era un desinteresado. ¿Por qué se estaba portando tan bien con Jay? Eso era lo que le hacía desconfiar.

— ¿Por qué te interesa tanto Jongseong? —fue lo primero que preguntó al tener al castaño frente a él

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— ¿Por qué te interesa tanto Jongseong? —fue lo primero que preguntó al tener al castaño frente a él.

— ¿Qué? —aturdido comenzó a pensar en aquella pregunta durante unos segundos antes de fruncir ceño.— ¿Jongseong?

— Responde, Jungwon.

—soltó un suspiro desinteresado ante la presencia ajena y se recargó en el borde de la puerta.— Jay es bonito... Es tan transparente. Estudio fotografía así que sé cuando una persona es falsa y cuando es transparente, Jay es realmente transparente, su sonrisa, su mirada... Todo es tan simplemente él. —miró al rubio frente a él.— No lo conozco, me refiero a sus gustos, pero él me hace sentir cosas que ni Sunoo ni nadie pudo hacerme sentir. —ladeó un poco su rostro.— No sé cómo definirlo, es un sentimiento que ni yo comprendo. Sé que no es amor aún, quizás es aquel sentimiento de cuando vas a empezar una nueva historia.

Jake permaneció en silencio, entendía a lo que se refería, ¿Pero tan de repente sintió eso? Era verdad que Jay era transparente, cuando sonreía lo hacía de verdad, no tenía nada que ocultar.

Jungwon lograba mover el mundo de Jay, y Jay el de Jungwon, ambos sentían lo mismo.

— Jongseong para mí es mi otro yo, es difícil pasar por esto. —murmuró el rubio desviando su mirada.— No quiero que vuelva a tener miedo o sufrir dolor, debes entender eso.

—suspiró.— Lo entiendo pero no siempre lo podrás evitar. Jongseong ahora mismo tiene miedo, él ahora mismo está sufriendo pero nadie puede hacer algo para cambiar eso. Sin embargo, si puedo distraerlo al menos cinco minutos, entonces lo seguiré haciendo. —quiso poner su mano en el hombro ajeno para intentar consolarlo pero al final no lo hizo. no era bueno haciéndolo.— Seguiré yendo todos los días hasta que salga, no podrás impedirlo, lo siento.

Dijo por último antes de hacer una reverencia y alejarse para cerrar la puerta. No entendía cómo se sentía el rubio, ni quería entenderlo; La empatía jamás se le dio.

Se recargó en la puerta y suspiró profundamente. Quizás estaba haciendo algo malo en visitar a Jay, ¿Por qué seguía yendo? Quiso responder coherentemente pero ninguna respuesta le convencía.

Sunoo era novio del exnovio de Jay, Lee Heeseung estudiaba con él (Jungwon), ¿Qué otra coincidencia quería para entender que de verdad aquel bonito rubio se había cruzado en su camino para hacerle sentir eso?

Por primera vez en su vida sintió miedo y tristeza.

— Park Jongseong... —dijo apenas pudo a la anciana que tenía enfrente quien entendió perfectamente y escribió el nombre del castaño.

— ¿Corriste hasta acá? — Jungwon asintió.— Bueno, por suerte aún es hora de visitas. —sonrió.

Jungwon entró y se sentó en la cabina asignada; no entendía porqué sentía miedo y a la vez tristeza, pero saber que aquel chico bonito seguía detrás de ese cristal le hacía sentir así.

— ¿Jungwon? —fue lo primero que el mencionado escuchó y sólo eso le bastó para sonreír.— Es un poco noche, ¿Estás bien?

— Ahora lo estoy gracias a que puedo verte. —sonrió levemente y el rubio también lo hizo pero bajó su mirada.— Déjame verte, me encanta apreciarte. —murmuró.

Jongseong respiró profundamente, no soportaría más tiempo estando ahí y limitarme a ver a Jungwon por detrás del cristal. Necesitaba abrazarlo, tomar su mano y salir con él, mirar de cerca su sonrisa y poder sentir su calidez.

— Gracias por estar aquí Jungwon... —alzó su mirada y volvió a sonreír mientras apreciaba de la belleza ajena.— Realmente has hecho de estos días unos días agradables... Me gusta que estés aquí, me agradas y... Quizás es muy pronto pero te quiero. —se encogió de hombros.

El castaño suspiró.

Nuevamente Jay demostraba ser tan transparente, decía lo que sentía y sin miedo.

Sonrió dulcemente.

— Me alegra que sea así. —apoyó su mentón en la palma de su mano.— Realmente espero con ansias el día en que salgas... La primera cosa que haré cuando te vea frente a frente será abrazarte. —rió levemente contagiando al rubio.

— Eso me encantaría. —suspiró.

— Se demostrará tu inocencia, lo prometo, Jongseong...

Haría lo necesario, aún si eso implicaba sacrificarse a si mismo. Se lo prometió a sí mismo.

park jongseong ✧ wonjayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora