(i love) being in love with you.

El corazón de Harry late con fuerza y a un ritmo constante contra su pecho, Louis puede sentirlo y escucharlo claramente bajo su oído, haciéndole sentir seguro y feliz de una forma que no puede explicar. El único ruido en la habitación es el de sus respiraciones, no hay más luz que la de las farolas de la calle que se filtra por las cortinas blancas, no hay ningún movimiento más que el de sus pechos subiendo y bajando, inhalando y exhalando, inhalando y exhalando...

Louis cierra los ojos y trata de dormir una vez más, porque se supone que después de dos orgasmos debería ser sencillo conciliar el sueño, pero no es así. Él no puede dejar de pensar en todo y en nada, no puede ignorar las mariposas en su estómago mientras el brazo de Harry está rodeándolo por los hombros, manteniéndolo cerca aún en esos momentos. No puede ignorar la comodidad que siente y la tranquilidad que lo rodea, no puede ignorar el calor corporal de Harry junto a él y tampoco puede ignorar todos los sentimientos que lo abruman en esos momentos.

Por un momento piensa que es estúpido, porque son las tres de la mañana según el reloj que está en su mesita de noche, y en lugar de dormir, él está pensando en un montón de cosas cursis, actuando como una chica actúa al tener a su primer novio. No puede dejar de pensar en Harry y su cercanía no ayuda demasiado, porque eso sólo le recuerda que todo eso es real, que no se trata de un sueño, que de verdad Harry existe y que de verdad Louis lo ama como nunca pensó que podría amar a alguien en su vida.

—No puedo dormir. —Murmura Harry quebrando el silencio pacífico que los acompaña. Louis inclina un poco su rostro para encontrarse con el perfil de Harry y su mirada verde, hermosa y transparente como siempre.

—Yo tampoco. —Contesta, sonriendo tontamente porque a pesar de que tiene veintidós años –y un par de relación con Harry– él sigue sintiéndose algo bobo cuando está cerca de ese muchacho. Él sigue sintiendo las mariposas en su estómago, sus manos sudorosas y parece que las comisuras de sus labios no pueden evitar tirar de sí mismas hacia arriba para formar esas sonrisas que lo delatan.

—¿Louis?

—¿Hmhm?

—¿Por qué me amas? —La voz de Harry es calmada, firme y para nada perezosa. Louis pone los ojos en blanco y se acomoda sobre el pecho de Harry, de forma que los ojos verdes de Harry no puedan ver  cómo se ha sonrojado. Por un instante piensa en evadir la pregunta, porque Harry ya ha hecho esa pregunta antes y Louis simplemente no es muy bueno hablando de sus sentimientos –y menos de sus sentimientos hacia Harry porque no parece haber palabras lo suficientemente buenas para expresar lo que Harry le hace sentir– y siempre termina diciendo cosas que parecen no tener sentido. Sin embargo, es San Valentín y Louis se siente de humor como para hablar sobre Harry y todos los motivos que tiene para amarlo.

—En realidad no lo sé. —Murmura, trazando con la yema de sus dedos la mariposa que cubre el abdomen de Harry. —Para empezar, no tengo idea de cómo, cuándo o por qué me enamoré de ti. Sólo recuerdo que te vi en las audiciones con tu estúpida sonrisa entusiasta y los hoyuelos en tus mejillas todo el tiempo. Y yo sólo podía pensar en tocar tu rostro y tu cabello, porque tu cabello parecía un desastre muy sedoso y tú parecías un chico divertido...

—Eso es muy lindo. —Los largos dedos de Harry acarician la piel desnuda de Louis y de inmediato se estremece ante el tacto. Su habitación huele como a vainilla y a chocolate y un poco a sexo por su celebración de San Valentín, pero por sobre todas las cosas, Louis puede percibir el aroma a canela del incienso que a Harry le gusta poner para la habitación.