Capítulo 1

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Aquí estoy otra vez con una nueva historia esperó que les guste.

Aquí estoy otra vez con una nueva historia esperó que les guste

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"¡Vero! ¡Despierta... VERÓNICA!"

Ana abofetea suavemente la cara de Verónica dos veces. La mujer solo murmura, todavía sin abrir los ojos. Ana camina hacia la cocina, toma un cubo de hielo y regresa a su habitación. Verónica apesta a alcohol. Su cuerpo semidesnudo tiene chupones visibles por todas partes y Ana solo puede negar con la cabeza en señal de desaprobación.

La morena lanza el hielo dentro del pantalón de la mujer, quien instantáneamente salta despertándose tras el golpe de frío en sus partes íntimas.

"¿Qué diablos, Ana?" Verónica intenta alcanzar el cubo pero se desliza más dentro de sus pantalones, haciéndola maldecir como loca.

"¡Finalmente despertaste! Te he estado llamando durante cuarenta y cinco minutos. Pensé que estabas muerta". La respuesta está llena de risas.

Verónica se queja y, después de un tiempo, logró quitarse el hielo de la ropa. Se sienta y su cabeza da vueltas, no hay recuerdos de la noche anterior, ni un solo hecho le viene a la mente. Ana le entrega una aspirina y un vaso de agua, que ella acepta sin quejarse.

"Joder, creo que tengo resaca" dice después de tomar la medicina.

"¿Crees? ¡Estás jodida Verónica! Estoy cansada de verte así, cada vez..."

"Ohhh vamos mamá, no necesito un sermón en este momento. Solo quiero algo de comer, ¿qué desayunamos, bebecita? Se burló, ya cambiando de tema.

Completamente enojada, Ana salió de la habitación. Verónica tiene esa horrible costumbre de emborracharse hasta la madre en las fiestas y correr a casa de Ana en medio de la madrugada. Ana siempre la cuida, vuelve a poner a Verónica de pie para que la prensa no haga ningún escándalo por su falta de autocontrol. Sin embargo, nada dura para siempre, la paciencia de Ana incluida.

En la cocina, Ana estaba terminando de desayunar cuando Verónica fue tras ella. Incluso con todos los intentos de iniciar una conversación, la morena se negó a hablar. Mientras masticaba lentamente su ensalada de frutas, Ana notó que su amiga la miraba con esos deslumbrantes ojos verdes entre las sombras oscuras de sus párpados superior e inferior.

"Chiquiiiita... ¿no me hablas? ¿Enserió?" Verónica insistió, con su tono de voz más suave. Ana no respondió. "¡Mi amor, no te enojes conmigo! Vamos, dame una sonrisa". Verónica abrazó a Ana por detrás, besándola en el cuello.

"No soy tu amor , y no estoy de humor para sonreír". Ella finalmente respondió, levantando entre ellas un muro, pero Verónica sabe exactamente cómo destruirlo.

I Don't Wanna Be Your Friend (VerAna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora