Infancia interrumpida. (Edalyn Clawthorne y tu).

8.-El camino hacia ti.

Le conté de los planos que vi en la oficina de la directora y a la que alguna vez llamé mentora favorita: La Señorita Isabel.

Los documentos donde venían los datos de cada una de las alumnas del Programa y los compradores para ellas. Cuándo y dónde las recogerían y en cuánto fueron vendidas.

A las que descartarían también las habían anotado. Y nadie volvería a saber de ellas.

El día que inicié el incendio escuché que se adelantaría una entrega para esa noche después de la hora de dormir, aún no le decía nada a Edalyn para no levantar sospechas y ponerla en peligro. Entonces preparé los explosivos lo más rápido que pude, distraje a Edalyn un poco para ganar tiempo y tener un coartada.

El incendió se salió de control y regresé a la habitación donde dormía con Eda para sacarla de ahí. Todo era un caos, patrullas en todos lados. Demasiadas pequeñas llorando, fue entonces cuando decidí que separarme de Lyn sería la mejor opción, así podríamos rescatar a más pequeñas y quedamos de reunirnos en la cabaña donde nos conocimos.

Solo que eso nunca paso... Al parecer la directora descubrió al causante del incendio y mandó a sus guardias a capturarme. Mientras corría no vi por dónde iba y caí desde un barranco que llevaba a un acantilado, me torcí el tobillo y tenía rasgado el brazo. Pero los guardias no se rendirían tan fácil. En lugar de encontrarme con Eda me dirigí a un lugar opuesto a esa dirección.

Al menos así le evitaría problemas y podría volver a su mundo...

Pasé algunos meses como fugitiva hasta que se cansaron de seguirme. La pandemia del COVID y sus variantes terminó y todo se tornó extraño. Oía la radio desde las montañas y de vez en cuando bajaba e iba a alguna cuidad para ver con más claridad lo que sucedía. Todos pasamos por la prueba de La Antología de Género como lo denominaron.

Terminé siendo de la clase Alfa conocida como la más poderosa y exitosa; extremadamente habilidosa. Solo que para mi edad... ya debería tener a un Omega a mi lado e incluso mi período de celo debió haber iniciado. Los médicos decían que si no iniciaba mi ciclo probablemente no seria capaz de reproducirme en un futuro, no solo eso; los cambios antropomórficos que sufrí empezarían a causarme dolores insoportables.

Viajé por varios países evadiendo hormonas de Omegas. Me centré en vivir en ciudades donde la epidemia había disminuido notablemente como el continente de América Central. Conseguí un trabajo temporal en un OXXO hasta que se crearon rumores sobre parte de mi pasado (que fue inventado, obviamente), y en lugar de pelear simplemente me fui.

Se acercaba el aniversario del incendio y decidí viajar de regreso a donde conocí a Edalyn. Justo al lugar donde quede de verla pero nunca volví a saber de ella. La cabaña estaba intacta, me recosté en el centro de la casa y unas lagrimas me traicionaron. ¿Qué había sido de ella? ¿Logró salvarse? ¿Murió por mi culpa? Debí haberle dicho... Así no tendría razón para estar llorando su recuerdo ahora. 

Un ruido llamó mi atención, era el sonido de una puerta abriéndose lo cual no tenía sentido; la casa solo tenía una puerta y estaba segura de que la cerré bien. Dirijo mi atención al sonido y veo cómo una puerta se abre de la nada y una resplandeciente luz sale de su interior para posteriormente dejarme ver un hermoso paisaje del atardecer... ah, qué recuerdos. Esos colores se parecen mucho a su cabello.

Un pequeño búho cruza la puerta y posa sus ojos dorados en mi. Ululúa dándose la vuelta para que lo siga (o tal vez yo era la loca creyendo eso). Apenas dí un paso por la puerta y me quedé embobada en lo fantástico que era el lugar, ni siquiera los mejores mangas habían cautivado tanto mi pupila como ese lugar. También había cosas muy raras. Como hadas queriendo devorar mi piel ._.

Perdí al pequeño búho de vista. Intenté buscarlo pero solo conseguí perderme. El sol se metió y comenzó a llover, quién diría que la lluvia en ese lugar sería letal. Sufrí algunas quemaduras por todo el cuerpo, afortunadamente encontré una cueva dónde pasar la noche y el resto de mi estancia mientras estudiaba el lugar. El cual solo me tomó algunos días, ja; no por nada fui una de las mejores estudiantes de la Clase Mariposa. 

Me tope con King por casualidad y eso me llevó a ti.

Yo realmente... creí que te había perdido. No soy nada sin ti. Y aún así quise aferrarme a la idea de que seguías viva en algún lugar y también me estabas buscando. 

Te extrañé mucho, mi niña de otro mundo.