XIII

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Jungwon llevaba un mes, durmiendo mal, comiendo mal. Incluso había dejado de realizar muchas actividades que le encantaban, el día que decidió volver a pintar encontró el dibujo que realizaba sobre Jay, ese día lloro.

No sólo ese día, todos los días lloraba, ¿ese su culpa?, ¿debío de irse antes de ahí junto con Jay?.

— Jungwon.... ¿Me quieres acompañar por la comida? — habló Tzuyu, el pequeño de Hoyuelos se encontraba hace ya dos días sin salir de su habitación.


Las lágrimas aún salían de sus bellos ojos.

¿por qué aún había ahí?, ¿después de tanto llorar no se habían terminado?.

Eran La preguntas que se hacía cada día.

Después de un mes aún lloraba, al menos el pequeño había mejorado.

El primer día, ese día que vio a la persona que más amaba alejarse, ese día que solo pudo llorar en los brazos de Sunoo, no pudo hacer nada para que se detuviera, su mundo entero fue derrumbado en un par de minutos.

Toda esa semana no probó bocado alguno, toda esa semana no salió de su habitación.

Incluso el menor había enfermado, algo nada grave.

Sentía que todo se venía contra el, Jay se había ido, el solo lo necesitaba a él para ser feliz.

— Mi niño, no llores más — Tzuyu se acercó a consolarlo

— Lo extraño — respondió en un tono bajo en pelinegro.

— Te prometió que volvería pronto...¿No es así? — el menor asintió — lo ves mi Pequeño, Jay lo prometió, entonces cumplirá su promesa.

El menor sonrió con nostalgia. Recordó como el pelinegro cada que le prometia algo lo cumplía.

Flashback

Jay y Jungwon se encontraban ha haces unos meses del viaje al pueblo natal de Jihyo, Jungwon se veía un poco apagado.

— ¿Qué pasa Wonwon? — El menor suspiro

— Me aburro Jay — respondió — necesito amigos.

— ¿Yo no soy tu amigo? — el mayor fi gio indignación

— Tonto, lo eres, pero también eres mi novio, y no puedo hablar sobre ti,  a ti — el mayor rio — Sunoo fue amigo por esos días que estuvimos ahí, lo quiero ver de nuevo.

— Te prometo que lo verás de nuevo — respondió Jay — y ahora tendrás un nuevo amigo Wonwon

Jungwon sonrió y beso la mejilla de Jay.

Después de ese día, Jay llegó dos semanas después con el pequeño de ojos zorrunos, ahora Jungwon tendría un nuevo amigo como Jay lo había prometido.

Fin de flashback.

El pelinegro sonrió y se levantó de su cama, sorprendiendo a la castaña.

— Tienes razón Tzuyu — la mujer sonrió — ¿Sabes si puedo mandar una carta?.

La mujer asintió.

— Bien, escribire una, al mes, y se las enviaré a Jay.... Pero... No se la dirección — el menor mostró un semblante triste.

— Jihyo la sabe Wonie — el menor sonrió en grande.

Tomó una hoja y un lápiz comenzando a redactar la carta que sería enviada ese mismo día, llegaría a Jay, y le haría saber cuanto lo extraña, le haría saber cuanto lo ama.

Al finalizar la guardo en un sobre, y junto a Tzuyu se dirigió a enviar la carta. Amaría realizar eso una vez al mes, ayudaría a que el menor pudiera sentirse mejor, y tal vez extrañar lo un poco menos.

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Cuento 1,2...¿Dónde estás?  -Jaywon - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora