Capitulo 1

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-¡Corre El!-

Las risas se escuchaban en cada rincon de alquella escuela, y mas donde estaban las dos pequeñas niñas.

-Delfina esperame- Grito una niña mientras su pecho subia y bajaba por el cansancio.

-Dale El, no aguantas ni una pequeña carrera- Le dijo la niña con el cabello enmarañado mientras se acercaba a una muchachita que estaba tirada en el piso con un gesto dramatico. -Ya... ya.. levantate, ven- Le dijo Delfina extendiendole una mano.

La segunda niña acepto su mano gustosa, cuando se levanto se pudo ver bien su rostro, ya que su cabello largo lo dejaba escondido. Ojos verdes oscuros, con cachetes regordetes y labios carnosos, esa era Elizabeth, una pequeña niña de tan solo 10 años, o como le gusta decir, 10 casi 11.

-¡Delfina Abades, Elizabeth Grindelwald, adentro ahora mismo!- Grito una señorita desde la puerta principal del patio de la escuela.

Las dos niñas se miraron entre si y corrieron donde estaba la mujer que las llamaba.

-¡El recreo termino hace 15 minutos!¿¡ Que hacian afuera todavia!?- Les decia escandalizada la mujer.

-Perdon Señorita Silvia, no escuchamos el timbre- Decia Elizabeth tratando de excusarse.

-No puede ser que no lo hayan escuchado, en fin, entren al aula- Termino Silvia.

Entraron ambas al aula y se sentaron, como siempre, una al lado de la otra y la mañana paso sin ninguna otra complicacion para la señorita de cuarto grado.

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Entro por la puerta y luego escucho a su padre cerrandola con llave, en el lugar donde vivían no eran muy comunes los robos y menos en un edificiono, pero su padre siempre cerraba con llave, todo el tiempo le dijo que era porque antes, cuando ella un poco mas pequeña, habia gente malvada que podria entrar a su casa sin ningun problema y sacarles todo, hasta incluso, a ella.

Elizabeth sabia que hace no muchos años, en Argentina, pasaban cosas feas en las calles, y la gente no vivia feliz, pero durante esos tiempos su padre no le quizo decir de que se trataba, solo le explicaba que habia gente mala en el gobierno, que les podia hacer daño, las personas desaparecian, la señora Gonzalez, que vivia en el departamento de al lado, no volvio mas despues de escuchar gritos, y eso la asustó. En la escuela tambien era raro, habian policias con armas, luego su padre le explico que no eran policias, si no que eran militares que estaban ahi por lo del gobierno que el ya le habia dicho antes. Despues de un tiempo la niña dejo de preguntar.

Las cosas extrañas dejaron de suceder despues de un timpo, y ella escuchaba por la television que habian mujeres exiguiendo que les devuelvan a sus hijos, ahi su padre le tuvo que explicar que era lo que realmente habia pasado, le dijo que fue una dictadura, tambien le tuvo que explicar el significado de esa palabra, pero despues de que su papá le dijiera que ya todo estaba bien, que su pequeña familia estaba a salvo, la niña se tranquilizo un poco.

En fin, al entrar, pudo oler a salsa, y eso la emociono bastante, la enloquecia todo tipo de comida que tuviera eso. Dejó la mochila sobre el sillon de la sala y corrió a la cocina, donde se sento en la mesa para esperar a su comida.

-Y hija ¿Todo bien en la escuela?- Pregunto su padre mientras le dejaba el plato sobre la mesa.

-Todo bien- Dijo Elizabeth mientras cortaba los fideos largos.-Aunque no voy a ir mas ahí dentro de un tiempo- Le dijo a su papá mientras le guiñaba un ojo.

-Todavia no puedo creer que pronto resiviras tu carta de admision, me acuerdo cuendo solo eras un bebe y aun viviamos en Inglaterra- Dijo el padre con un toque de nostalgia.

Aprender a amar por siempre // Severus Snape Donde viven las historias. Descúbrelo ahora