Él se quito el brazo lentamente y lo miró.
-Debes de estar loco.
-¿Por qué? ¿Por qué quiero estar contigo?
-Si.
Fluke se movió para sentarse en la cama.
-Sabes, mientras hacíamos el amor, sentí una conexión contigo. ¿La sentiste, también?
-No.
-No te creo, fuiste demasiado tierno. Me sujetaste demasiado cerca. Podría ser inocente, pero no soy estúpido. Se que los hombres no tratan a los desconocidos de ese modo.
Él le dedico una mirada fija risible.
-¿Y como sabes eso?
-Mirian me lo dijo.
Él hizo una mueca.
-Oh, bien. ¿Discutiste con mi hermana recién nacida?
-Ella me explicó mucho.
-Puedo imaginármelo.
-¿Entonces, simplemente nos quedaremos sentados adentro durante todo el día?
-No, vas a salir.
-Saldré cuando tú lo hagas.
Él le gruño.
-¿Tienes una idea de cuánto dolor que siento? Duele incluso respirar, de modo que no me prestes atención, solo quiero estar aquí acostado en silencio.
-Estupendo.- Fluke se levantó y saco un holo-cube pequeño de la mesilla de noche.
-Solamente deseo mostrarte esto.Ohm frunció el ceño mientras Fluke le daba el cubo y lo encendía. La estática titiló hasta que apareció la imagen de una mujer morena y una niña, rubia.
-Hola, Comandante.- dijo la mujer, sujetando a la niña entre sus brazos. -Esta es mi hija, Julieth. No se si me recuerda o no, pero soy la mujer que salvo de Mark y esta es la niña que tuve seis semanas después. Di hola, Julieth
-Hola, Comandante.- la niña gesticuló con las manos. -Gracias por salvar a mi mamita y a mí.
Fluke observó como la agonía recorría su cara a medida que la mujer y la niña le hablaban. Después, él gruñó y tiró el holo-cubo contra la pared, destrozándolo.
-¡Ohm! -chasqueó Fluke, perdiendo la paciencia con él.
Él se giró contra Fluke con un cruel gruñido.
-¿Qué? ¿Pensabas que mostrándome esto harías que todo se viera bien? Creíste que las miraría, después lloraría y le diría lo alegre que estoy de que estén vivas mientras yo estoy atrapado así? ¿Qué de los niños que yo deseaba? - el sufrimiento que amargaba sus ojos lo abrasó. -Dios mío, Fluke , solo tengo veintinueve años y todo lo que tengo para mirar es un futuro en el que lenta y dolorosamente, me convertiré en un inválido.
Sus palabras hicieron que las lágrimas acudieran a los ojos de Fluke. Estúpidamente había creído que le haría sentirme mejor.
-Lo siento.- susurro Fluke. -Solamente quería ayudar. ¿Pero no dejarás que nadie te ayude, verdad? - el se giró y salió corriendo de la habitación...
Fluke no se detuvo hasta llegar al cuarto de estar. Se acurrucó haciéndose una pelota en el sofá y se mordió los labios para contener las lágrimas. El no lloraba. Pero en su interior, le ansiaba. Dolía ver lo que había sido una vez.
Incluso ahora le podía ver riendo y jugando con su hermana y hermanos. Como deseaba haberlo sabido.
Repentinamente, el sintió una mano en la cabeza. Alzando la mirada, encontró a Ohm de pie al lado del sofá. Su frente estaba húmeda y vio la blancura de sus labios mientras luchaba contra su dolor.
-Lo siento.- dijo Ohm, con voz ronca.- Se que solo querías ayudar, pero traspasé el punto de ayuda hace mucho.
El cambió de posición y se sobresaltó.
-Mira, sé sobre las personas y sus costumbres, y sé que te criaste dentro de una jaula. Lo último que necesitas es ser encarcelado con un hombre que apenas puede caminar. ¿Por qué simplemente no te vas y consigues tu lugar y vives? Estaré encantado de ponerte en todas mis cuentas, nunca querrás otra cosa.
Era una gran oferta la que le hacía, pero aún no podía aceptar.
-No puedo hacer eso.
-¿Por qué no?
-Porque te amo.
ESTÁS LEYENDO
ƒire αηd ιсe
FantasyOhm era un hombre amargado viviendo con un cuerpo roto, y que solamente deseaba continuar ahogándose en alcohol para mantener el resto del mundo fuera. Fluke Natouch era un principe a la espera de forjar una alianza entre dos familias mediante su ma...