Parte Única

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Notas:

Advertencias de contenido: transfobia, mención de aborto forzado, capacitismo, intento de obtener la tutela de una persona discapacitada innecesariamente y en contra de su voluntad, contenido sexual (comenzando con 'Los labios de Lan Zhan encuentran los de Wei Ying' y terminando con Se despierta con Lan Zhan susurrando en su cuello.'

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La estación del metro está vacía cuando Wei Ying baja con estrépito las sucias escaleras de baldosas y entra en el aire húmedo, fresco y viciado. Un leve olor a... ¿flores? ¿Incienso? hace que gire la cabeza. La estación del metro es un lugar que Wei Ying espera que huela a orina, a moho y a tierra húmeda, y no a algo que lo remite a viejos recuerdos que no puede ubicar.

Curioso, camina por el andén. Se curva lo suficiente como para que el extremo más alejado quede oculto de las escaleras por las que normalmente entra. En ese extremo hay alguien acurrucado en el brillante banco de madera rodeado de equipaje.

Por un momento piensa que se trata de otro de los indigentes que vienen aquí, arriesgándose a la ira de la policía de transportes cuando no les queda otra opción, pero el equipaje que lo rodea es demasiado bonito, maletas que esperaría ver en una sala VIP de clase ejecutiva, no en la calle, y la propia persona, con el rostro oculto por una caída de pelo negro, lleva un abrigo azul claro demasiado limpio y elegante para que sea un indigente... o lo haya sido durante mucho tiempo.

Se sobresalta al oír los pasos de Wei Ying y el movimiento aparta el pelo de su cara lo suficiente como para que Wei Ying pueda vislumbrar unos ojos marrones dorados y una boca de labios anchos, lo suficiente como para situar el olor.

"¿Lan Zhan?", pregunta.

Lan Zhan se mueve incómodo y mira hacia otro lado.

"¿Qué estás haciendo aquí?" pregunta Wei Ying.

Lan Zhan gira la cabeza lo suficiente para poder mirar a Wei Ying de reojo, a través de su pelo, una mirada de 'no hagas preguntas estúpidas, obviamente estoy esperando el metro'.

Pero obviamente no lo estaba. El metro llegó y se fue cuando Wei Ying todavía estaba atravesando los torniquetes. No hubo tiempo suficiente para que Lan Zhan se instalara aquí, hecho un ovillo en el banco, si es que llegó después de su salida.

Wei Ying frunce el ceño y trata de pensar en una explicación aparte de la obvia.

"Lan Zhan", dice. "¿Tienes algún lugar a donde ir?"

Lan Zhan frunce el ceño mínimamente. Bajo el pelo que todavía le cubre la cara, no debería ser obvio, pero Wei Ying fue un maestro en la lectura de Lan Zhan una vez, cuando eran compañeros de clase, los dos mejores estudiantes de su clase, inmersos en una feroz competición, solos en la cima, excepto el uno por el otro.

Solos de muy diferentes maneras.

"Si no tienes dónde ir", dice Wei Ying, "ven y quédate conmigo".

Lan Zhan no dice nada, sigue mirando hacia otro lado.

"Vamos, Lan Zhan", dice Wei Ying. "Será como en los viejos tiempos. ¿Recuerdas cuando teníamos que compartir habitaciones para la feria estatal de ciencias? ¿Y la OM regional?"

Por supuesto, Lan Zhan lo recuerda. Wei Ying lo había escandalizado la primera vez al pasearse por la habitación en calzoncillos (no a propósito -él y Jiang Cheng siempre andaban en calzoncillos y no pensó que Lan Zhan se molestaría-), y la segunda vez al emborracharlo accidentalmente.

"Bueno", rectifica Wei Ying, "esto será mejor que esas dos veces. Prometo que estaré completamente vestido y no te daré nada de alcohol. Palabra de explorador".

un nuevo tipo de silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora