E p í l o g o

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POV Bela

Estaba feliz al fin Charli y yo nos graduábamos de la preparatoria. Nos iríamos juntos a la universidad y viviríamos juntos.

Charli a pesar de todo se quedó a mi lado, el nunca me dejo.

Camine por lo que sería nuestro nuevo hogar, Charli no estaba aquí estaba haciendo los trámites para asistir a la nueva universidad. Mientras yo intentaba darle orden a todo esto.

No sabía cómo sería vivir con el, después de todo hacia mucho tiempo había descubierto nuevos sentimientos. Yo le quiero y no como un hermano, no como el amigo que no me abandono, no, le quiero como un hombre puede querer a una mujer.

Pero daba igual tendría que oprimir eso, ni quería perder una amistad de tanto tiempo por los sentimientos de una niña boba, que es lo que yo soy, una niña boba que no sabía que hacer.

Tenía que ser un poco más madura y dejar eso de lado, tenía que enfocarme en el presente y futuro.

Intenté no pensar más en esas cosas y ponerme a ordenar, Charli no tardaría en llegar y yo apenas había ordenado algo.

Busque las cajas y vi una que tenía el nombre de el, habíamos marcado las cajas con nuestras cosas para pasar menos trabajo a la hora de ordenar. Las cajas decían Charli-ropa interior, cosas así para evitar confusiones.

Vi una en particular que decía su nombre más no lo que contenía, la curiosidad me gano y abrí la caja.

Eran..

Cartas muchas cartas, 32 para ser exactas, ¿a quien Charli le había escrito tantas cartas y no se las había enviado?

Me sentí una intrusa al permitirme leerlas, pero que más daba el no estaba aquí.

Empecé a leer y hablaba de mi. El me quería, ¿lo seguiría haciendo? Fui una estúpida al no darme cuenta, estaba ciega sin duda alguna.

Me vi enfrascada en mi lectura de aquellas cartas que de cierta forma eran mías ¿no? Fueron escritas para mi.

Me sentía mal por irrumpir en su privacidad y por herirlo de aquella manera en ese momento. Yo le quería pero ya era demasiado tarde.

Seguí leyendo sin perder detalle alguna, eran muchas cartas después de todo.

No me había dado ni cuenta que Charli había llegado y estaba delante mío con una expresión de horror.

—H-ola—dije tartamudeando por los nervios.

—¿Qué estás haciendo?—su pregunta sonaba tonta al verse claramente lo que hacía, lo diría por el shock.

—Vi la caja y la abrí por curiosidad, después vi lo que era y las leí sin saber lo que estaría escrito en ellas.

—No tenías que leerlas.

—Lo sé, tienes toda la razón ¿vale? Fui una estúpida al no darme cuenta del increíble hombre que tengo a mi lado—tomé aire—y lo lamento, lamento haberte herido de tal manera en serio, lo digo de corazón yo te quiero aunque ya es muy tarde.

—Nunca será tarde—¿qué?—porque nunca deje de quererte.

Sin saber que hacer corro a sus brazos y nos fundimos como si fuéramos uno. Tomo su rostro entre mis manos y junto nuestros labios en un beso torpe y tierno.

No necesitaba ser perfecto y la personaba que me besaba lo era por si solo.

—Te amo tanto Charli, perdón por no darme cuenta.

—Y yo a ti Bela, siempre lo hice y nunca dudé.


Fin

Cartas de un friendzoneado    [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora