𝐓𝐡𝐞 𝐠𝐢𝐫𝐥 𝐢𝐧 𝐭𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐝 𝐜𝐚𝐫 [𝐄𝐒]

𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟑𝟎 ~ 𝐭𝐡𝐢𝐫𝐝 𝐫𝐨𝐮𝐧𝐝

𝐍𝐨𝐭𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐚𝐮𝐭𝐨𝐫𝐚 (lastblackheirr): por favor aseguraos de votar y comentar, como escritora significa mucho para mí!! espero que os guste este capítulo xx

Un fuerte golpe se escuchó en la residencia de los Wolff en Mónaco, haciendo que Luna se despertara. Estaba sudando, y feliz de ya no estar teniendo más pesadillas.

Tan pronto coml abrió los ojos, se encontró con que estaba mirando a un familiar techo pero que no sabía de donde pertenecía. De repente, todo le encajó y se imaginó que estaría en el apartamento de Lorenzo, así que rápidamente se levantó del sofá.

Velozmente caminó hacia la sala donde estaba oyendo voces, temiendo encontrarse con Enzo y Amelia. Podéis imaginaros su alivio cuando vio a Susie parada en grente del sofá de la sala, con Sebastian y Toto sentados ahí.

Parecían haber recibido un gran sermón, cosa que hizo sonreír a Luna. A pesar de que todavía no entendía muy bien de lo que Susie hablaba, se enteró de algunas cosas. Aparentemente habían hecho algo demasiado inmaduro y Susie los estaba regañándolos.

Luna se paró ahí, inclinándose en el marco de la puerta y nadie parecía notarla ahí. Se tomó su tiempo para mirar hacia la ventana, y ver la hermosa ciudad afuera.

"Así que estamos en Mónaco, huh? Debi imaginármelo, los que no pagan impuestos aman este sitio" Luna dijo con una voz débil, haciendo que la atención de todos se posara en ella.

"Oh gracias a Dios" exclamó Susie corriendo hacia Luna para abrazarla. Luna rápidamente le devolvió el gesto y envolvió sus brazos alrededor de Susie. Para su sorpresa, Susie rápidamente se separó y antes de que Luna pudiera decir algo, recibió un pequeño golpe en la cabeza por parte de la mujer en frente de ella.

"Ouch" exclamó Luna dramáticamente, y Susie solo rodó sus ojos "Eso por haber sido tan tonta." dijo antes de continuar "Irte con esos dos idiotas. Sabes que son problemáticos" dijo ella, con una cara de enfado y un ceño fruncido en su rostro.

Antes de que Luna pudiera decir algo para defenderse, Toto llegó a su lado, y rápidamente la abrazó. "Dios, lo siento tanto, he sido un idiota" dijo Toto. "Te sientes mejor?" susurró él dejando un beso en la cabeza de la chica.

"No te pongas blando conmigo, viejo. A lo mejor empiezo a pensar que tienes sentimientos" bromeó ella haciendo que Toto rodara los ojos. Nunca le gustó mostrar afecto en frente de otros, así que Toto hizo una nota mental de preguntárselo de nuevo, cuando estuvieran a solas.

El siguiente en la fila de los abrazos fue Charles. Él también le dio un fuerte abrazo, y Luna se lo correspondió. Por una momento, sintieron que se conocían completamente, que son muy cercanos. Se aferraron el uno al otro, y con toda honestidad, Luna no quería separarse. Charles olía genial, aunque Luna jamás le admitiría eso a nadie.

No intercambiaron ni una sola palabra cuando se separaron, pero esa cálida sonrisa en la cara de Charles fue suficiente para hacer que Luna también sonriera.

"Prefiero esquivar mis impuestos en otra parte" bromeó Sebastian, y para su sorpresa él se inclinó y también le dio un abrazo. Luna no lo vio, pero Toto apretó su puño con fuerza, como si luchara contra la urgencia de interrumpir el abrazo tan pronto como fuera posible.

Luna rió ligeramente devolviéndole el abrazo "Lo siento" susurró él en su oreja, y antes de que Luna pudiera decir algo, él siguió "Podemos hablarlo luego". Ella asintió con la cabeza sutilmente mientras se separaban, y a Sebastian se le escapó una ligera sonrisa.

La última persona que faltaba era Mattia, y cuando Sebastian se separó de ella, ella y su jefe se miraron extrañamente. Mattia se acercó a ella y le dio una palmada en la espalda.