Jungkook

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Taehyung estaba terminando de alistarse, sabía que se había llevado más tiempo de lo normal. No lo culpen estaba tomando el valor de ponerse esa lencería que Jimin le había comprado. Con un suspiro fuerte termino de verse en el espejo y estaba perfecto, sin duda un conjunto de ropa muy bien elegido para la ocasión. Miro el reloj que estaba en su muñeca, 15 minutos de retraso. Su Jungkookie se estaba demorando demás, tomo su celular y se dirigió hacia la ventana lo llamaría solo para saber cuánto más se demoraría. Debía tener pendientes en la oficina.

Justo cuando tomaba asiento su celular empezó a sonar. -Número desconocido. -Lo dejo pasar a veces lo llamaban ese tipo de números solo para molestar ofreciéndoles un descuento o cualquier otra cosa sin sentido. Desvió la llamada y se dispuso a buscar el número de su Jungkookie, pero ni tuvo tiempo de presionar el botón de llamar cuando otra llamada entrante lo interrumpió. -Número desconocido. -Suspiro rendido contestando la llamada...

-Diga no me interesa algún descue...- Señor Taehyung? Habla el oficial Jung Hoseok ¿es usted familiar del señor Jeon Jungkook?

-S-sí, s-si soy su novio, ¿le ocurrió algo? ¿Está todo bien? ¿Necesito ir por el a la estación? ¿Hizo algo malo?

-Lamento darle esta noticia, pero el Señor Jeon, el señor Jeon tuvo un accidente en la carretera y temo que..

-NO!!, No Jungkookie no!! ¿Es una broma no es así? Es una broma por su cumpleaños, dígale que no esté jugando lo estoy esperando y no es una broma de buen gusto, pasem...

-Señor Taehyung lamento decirle esto, pero no es una broma, el señor Jeo...

Taehyung dejo de escuchar la voz que le hablaba al teléfono, no podía pensar en nada más que no se en Jungkook. -Jungkook estaba bien, en cualquier momento estacionaria el coche y él estaría viéndolo bajar del mismo por la ventana. -Jungkook, Jung..._ las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas sin notarlo. Estaba alterado, no sabe en qué momento el aire le empezó a faltar todo se volvía pequeño a su alrededor y de repente todo se volvió negro.  

En mí memoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora