2.Los recreos.

7 2 0
                                        

Los recreos eran algo trivial para mí, ya que, lo único que hacía era sentarme en un banco a la sombra o caminar sin rumbo por todo el patio. Las pocas veces que intentaba hablar con mis "compañeros" acababa llorando en el baño o con un ataque de ira, hasta que llegaron a un punto excesivo, me acerqué a un grupo de chicos de mi clase para sentarme en la sombra y desayunar pero cuando lo hice todos se taparon la nariz en forma de burla y uno se levantó y me plantó una patada en mi entrepierna, me alejé corriendo y se lo dije al profesor más cercano que había y él los llamó para hablar con ellos pero lo defendieron todos hasta los que no estaban involucrados y la que acabó castigada fui yo. Los detestaba con toda mi alma. También me empujaban, pisaban mis pies al punto que llegaron a torcer me el pié, me insultaban, escupían y hablaban mal de mí lo suficientemente alto como para que los escuchara. Llegué a vomitar del estrés que me daban y empecé a odiar la escuela.

Monstruos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora