el cuerpo se entumece de a poco, cada vez se siente mas nuestra propia respiracion, y los pensamientos uff
cada vez suenan y resuenan mas fuertes,mas intensos, mas cuestionables de absolutamente todo, de
por qué se dijo tal cosa y por qué no se dijo tal otra, mandamos ese mensaje jugado con miedo, miedo a decir?
miedo a decir mal? o miedo a la respuesta? al no saber que sensacion causamos, al miedo de que se haya mal interpretado...
entonces; entonces empezamos con las aclaraciones, aclaraciones que nadie pidió , pero que igual damos, y
aveces los tonos de voz se intensifican, o las palabras son demasiadas y se entre mezclan y termina entendiendose
menos que al principio. Generamos incertidumbres, o eso es lo que se siente cuando no obtenemos la respuesta
que queriamos y repetimos en nuestra cabeza. Y ahí está una vez más esa sensacion que te hace sentir el
cuerpo mas pesado y el pecho más ajustado, la garganta se cierra y los ojos pican, o mas bien, comienzan
a inundarse, y ahogan con la garganta tan cerrada, y nos ahogamos en la espera,en la espera de una respuesta,
y cuando llega....ay cuando llega! , para donde correr?para dónde mirar? leemos con terror y analizando
milimetricamente, punto por punto esa respuesta, que quizas es de otra manera a la que esperamos,y no es mala.
solo que es lo que no imaginamos. Ahi es cuando tendriamos que frenar a pensar, es ell@, soy yo, o es mi bendita ansiedad?