Zyclung: Libro I: Poder Interno

Capítulo Seis: Valor y Miedo

Frederick había sido capturado por el Alcalde y una Animaga Arpía que él había contratado para espiarlos sin que se dieran cuenta. Los chicos se enteran de ello y van a por él hacía la cárcel de Hashget para liberarlo. Zyclung y Sammy distraen al alcalde para que Ong Hang'x logre liberar a Frederick destruyendo el sistema que no permitía magia para escapar, logrando así liberar a Frederick y enfrentarse al alcalde entre todos.

-¡Wow! - Exclaman Sammy y Zyclung al ver la escena del ataque de Frederick, asombrados.

-¡Shitza! - Exclama el alcalde, horrorizado por aquella escena.

-No era parte de mi plan, ¡pero estaba harto de esa mujer!

-¡Ahora es su turno, Alcalde! - Exclama Ong Hang'x apareciendo por la espalda del Alcalde.

-¡Espera! - Sammy.

-¿¡Ahora que!? - Ong Hang'x.

El Alcalde logra alejarse pero Zyclung lo detiene, impidiéndole moverse.

-¿A dónde cree que va?

-¡Padre! ¡Merecemos una explicación!

-¿De qué? ¿De cómo había logrado hacer surgir esta ciudad?

-¡Queremos saber todo! - Zyclung.

-¡Si! ¿Por qué alejaste a los portadores de la niebla? ¿Por qué me ocultaste a mí y a todos que habían más portadores con poderes iguales - Sammy.

-No solo fueron a los portadores de la niebla los que aleje...

-¿Qué? - Sammy.

-Verán, pertenezco a una orden, la Orden de Sargh'Geras es su nombre.

-Ésta orden fue formada por un grupo de humanos que no tenemos magia para poder controlarlos a todos a través de varias ciudades poderosas.

-Cada uno logró ser el líder de su respectiva ciudad, pero cada uno tenía una misión diferente con el mismo fin.

-Yo fui seleccionado para dominar Hashget y hacerlos creer que habían leyes específicas en contra de: Animagos, Transformaciones y Niebla. Éstas tres magias en específico debían alejarse de Hashget a cualquier precio, por lo que fueron expulsados todos los portadores de éstos poderes.

-Los Animagos y Transformadores ya de por si eran una amenaza por su poder, podrían hacerse pasar por nosotros y romper la orden o peor, descubrirla, por lo que debían ser exiliados.

-Tiene cierto sentido... - Zyclung

-Aunque igual sigue siendo cruel. - Frederick.

-Por otra parte, en Hashget, la ciudad del progreso, se debía mantener el reconocimiento por su tecnología y magia tan avanzada, por lo que un retraso como la maldición de los portadores de la Niebla, Luna y del Fuego Interior debían ser expulsados. - Señor Lahbu

-Espere... ¿Dice que los portadores del fuego interior... Están malditos? - Zyclung.

-Asi es. Tu padre, a pesar de ser recipiente de ese poder, era muy poderoso y por eso estaba aquí, protegiéndonos. Pero la maldición termino controlandolo. Tu mismo viste lo que le hizo a mi amada ciudad.

-Eso explica muchas cosas... - Zyclung.

-¡Pero igual fue un favor que se fuera, así me libraba de esa maldición!