Sinopsis?

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Carta a mis estimados asesinos:

Jamás podré sanar, verdad? Si tan solo cuando los conocí hubiesen tenido una etiqueta de advertencia, un pequeño aviso que me diga que corra; quizá ahora no estaría siendo consumida por la angustia de los recuerdos que me dejaron. La sola idea de volver al lugar que por tantos años llamé hogar me vuelve loca. Me imagino estar ahí y mi propia cabeza me visualiza corriendo desesperada de un lado a otro buscando un rincón donde los recuerdos no me torturen y habitar mi cabeza no se convierta en un martirio.
No puedo pasar siquiera por aquella casa, las calles por las que caminé con cada uno de ustedes, creando memorias felices en su momento pero sin saber que en un futuro me harían querer llorar por el vacío en mi pecho.
¿Quién lo hubiera pensado?
Siempre creí que ese sería mi primer y único lugar. El sentimiento de pertenencia que jamás recobraré, los amigos de toda la vida que jamás tendré.
El dolor se siente como llamas que trepan desde mi estomago hasta mi garganta, buscando arrancar parte de mi ser. No tengo certeza del tiempo que llevo necesitando saber... saber si fueron ustedes, si fuí yo, si fuimos todos, si en realidad soy la mierda que siempre tuve la sospecha de ser, necesito saber si yo los lastimé a ustedes, si me estoy victimizando, necesito saber, ¿por qué?
Si dijera que los extraño en mi vida mentiría, la angustia que sentía a su lado me era dulcemente agria. Me mataba. Para mi mala fortuna crecí con ella y ahora que no la tengo la busco por todas partes, la busco en mi pasado, buscando en la casa de mis recuerdos más profundos por el más afilado para enterrarlo en mí órgano mas sensible. No puedo librarme de mis propias garras, el tiempo ya pasó, ya no los volví a ver pero mi masoquismo me trae de vuelta a esa mañana, esa mañana en la que crucé la puerta con la cabeza gacha y mamá tratando de recoger los infinitos trozos de mí corazón del rastro que dejaba conforme me alejaba.
Desde ese día no supe de ustedes, parece que les va bien, dentro de lo "bien" que te puede ir en un lugar como ese. Las razones que me hacen pensar en que quizas yo sea la mala de la historia es que desde que me fuí soy yo la que ha sufrido. Mirenme, no confío ni en mi sombre, no podría aunque quisiera. Aunque, para ser honesta, la tristeza y la angustia forjaron mi personalidad desde el momento en el que entré a ese lugar.

Con frecuencia me pregunto, ¿por qué lloro y me revuelco de dolor por ésto cuando hay tantas personas con heridas mucho mayores a las mías? No parece justo al verlo de esa forma. Me siento egoísta pero no puedo evitarlo, como ya dije antes, necesito motivos para sentir el dolor rebalsar mis venas. Creo que me gusta esa expresión, "el dolor rebalsa mis venas". Me recuerda a un adolescente inyectandose éxtasis porque se convirtió en su necesidad básica, su cuerpo le implora por ella. Es justo lo que yo siento, la angustia y el dolor son mi extasis podría decirse.
Quizás, si tuviera la oportunidad, les preguntaría cómo están, que es de sus vidas, pues, fueron una parte importante de mí, aunque no de la mejor forma.
No les deseo nada malo, jamás lo haría. Sólo quisiera algún día recibir una disculpa si es que la merezco, una explicación, un motivo o una reconciliación. Sea la persona que sea, creo que merezco sanar.
Jamás me despedí pero ahora lo hago, hasta siempre mis queridos nuevos desconocidos.

con cariño,
Euge.

No te conozcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora