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12.

- JeongIn conoció a SeungMin al principio de año en la escuela. Nada espectacular.

Desde tiempo atrás él ha sabido del alfa, es una de los amigos, tal vez no muy cercanos de Ni-Ki. Por lo que su hermano le contaba, era muy divertí no le importaba hacer el ridículo o lastimarse con tal de robarle una carcajada a sus amigos. Lo vio en un par de fotos a través de las redes sociales, pero nunca le pareció alguien interesante o del todo atractivo, de hecho, se veía simple y aburrido, además de bajo. Aunque, JeongIn tiene en cuenta que el es más alto que los omegas comunes, cosa que le gusta.

En definitiva, estuvo totalmente equivoca. SeungMin, desde el primer instante que se lo topó, resultó ser un alfa interesante, peculiar y mucho más que atractivo, JeongIn había decidido, en el segundo que lo conoció, que ninguna foto le hacia total justicia al rostro del alfa. Era mucho más guapo en persona, con unos rasgos definidos, no siendo del todo rudos como cualquier otro alfa, incluido SungHoon. Era bajo, sí, un poco más que JeongIn pero eso no evitó que bajase la mirada al suelo y sintiera sus mejillas quemar cuando el suave aroma del otro le pegó.

Y es que SeungMin le intimidaba, sí. Pero no de esa manera cuando un alfa te causa miedo y no sabes cuál será su reacción ante un mal movimiento. No. A JeongIn le intimidaba la manera en la que le hizo sentir desde el momento en el que se lo topó en el pasillo del colegio, acompañado de MinHo, su mejor amigo beta.

─ ¿Tú eres JeongIn?

El omega escuchó una voz desconocida y nueva para sus oídos. Miró hacia atrás y notó que se trataba de un alfa, un poco más bajo que él con el cabello bien peinado, sonrisa impecable y bien vestido.

─ Te pareces mucho a Ni-Ki.─ el chico que le acompaña apunta.

─ Pero más alto.

Las cejas del omega de juntan, ofendido, pero pronto su cerebro entiende que las palabras no son ofensivas para nada. Su terapeuta, Jay, le ha dicho muchas veces que antes de contestar algo que no debía, era mejor ponerse a analizar el contexto en la que la otra persona le estaba hablando.

─ Y más lindo.

El alfa dice sin pensar, haciendo que el más alto de los tres bajase el rostro con un rubor casi inexistente en sus mejillas. Aun así, JeongIn siente su rostro quemar como nunca lo hecho, bueno, sí, cuando sus tías le aprietan las mejillas después de no verlo por meses. Pero nunca lo había sentido así, sin que alguien tuviese contacto físico con su rostro. Sabe que es extraño y era mejor preguntarle a Jay sobre ese raro padecimiento.

─ ¡Lo asustas! ─ el beta regaña ─ Mejor vámonos.

─ Yo- lo siento. No era mi intención.─ dice, siendo jalado por su amigo hacia otra dirección.

─ No, claro que no era tu intención.─ se burla MinHo, tirando de SeungMin.

No hubo chance de que JeongIn pudiese replicar o contestar como normalmente lo haría. Se sintió indefenso, pero no de mala manera, sino de una que jamás había sentido.

Entonces, termina por sacudir su cabeza, acomodando su cabello y girarse para encontrarse con su casillero que lo será por el resto del año, sino es que, de la preparatoria, que era lo más probable. Ya que el mismo lo había elegido, el número 8 porque era la fecha de su cumpleaños. Y se pondría muy mal si alguien se lo cambiase. A él le gustaba ese y creía que era suficiente razón para que sea suyo.

─¿Qué significa eso, Jay? ─ JeongIn cuestionó a su terapeuta, viéndole escribir en su libreta.

─ La sesión terminó, JeongIn. Tal vez la próxima- ─ dice bromeando. Broma que no le hace nada de gracia al menor.