Ryan.
Año 2107.
Times square
Una pantalla muestra una noticia: “se cumplen 2 años del fin de la guerra con 'el parásito', se realizó una reunión entre los países integrantes de la ONU”. Todas las pantallas muestran la misma noticia, pues significa la victoria más importante en la historia moderna de la humanidad.
Pero para nuestro protagonista, solo es el vivo recuerdo del peor día de su vida, mientras camina observa a las personas a su lado, los variados colores de cabello y de tipos de cortes de los mismos llaman su atención, aun así, era algo común en esa ciudad, en ese país y en el mundo que lo rodeaba, para él, solo es una moda desagradable,
Ryan era un hombre que no quería destacar, media 1,86 M de altura, cabello castaño, un ojo verde y el otro era un implante biónico, tenía una prótesis biónica en el brazo derecho y
otra en la pierna izquierda, marcas inequívocas de la guerra.
Llevaba más de 2 días caminando, aun así, él no sentía cansancio en su cuerpo, pues su mente estaba tan atormentada que suprimía todo dolor físico que pusiera presentar.
Luego de salir del repugnante sector de times square camino otros 2 kilómetros y llego a un casino, el edificio era de 20 pisos, todos eran parte del casino, estaba muy abarrotado, los gritos de los ganadores inundaban el lugar, las prostitutas que estaban en el lugar miraban detenidamente a sus posibles clientes, pero Ryan no venía a apostar, venía a ver al dueño, para esto fue a su oficina situada en el piso 20, era una especie de mansión, situada sobre una cuneta de depravación, apuestas y pecado, bastante acorde considerando quien vivía en dicha suite.
Al llegar a la oficina del dueño, 2 guardaespaldas le impidieron entrar:
-Espero que tengas una cita con el jefe, de lo contrario te ayudaremos a bajar esos 20 pisos mucho más rápido.
Ryan los miro y con una voz muy suave dijo.
-Desde luego que la tengo, soy el soldado Ryan, así pedí que sé registrara.
Los guardaespaldas gorilescos revisaron en su tableta y verificaron que Ryan decía la
verdad, lo dejaron pasar y al entrar lo primero que apareció fue una sombra, dicha sombra era un ser humanoide, con cuernos y piernas de carnero, esto no intimido a Ryan, había visto cosas mil veces peores, de modo que dijo con firmeza.
-Buenas noches lord Baphomet, hable con usted por teléfono, espero que pueda ayudarme con mi problema.
EL misterioso ser se encontraba de espaldas a nuestro protagonista, se encontraba mirando a través de un enorme ventanal mientras bebía un vaso con whiskey, al darse la vuelta, su apariencia no tenía que ver con su sombra, era un hombre, de 1,94 M de altura, con un traje
de 3 piezas completamente negro y zapatos Oxford de cuero color negro, al ver al ex
soldado dijo.
- Te ves del carajo, ¿quieres un trago?
A la par de esta frase, el trajeado le sirvió un whiskey en las rocas a nuestro protagonista,
este tomo el vaso con gran desconfianza y bebió todo el contenido de vaso, acto seguido, soltó una fuerte tos, producto del alto contenido de alcohol de la bebida. Baphomet se rió fuertemente, Ryan tuvo que colocarse una mano sobre su boca, revelando que esta era un hibridado, la sonrisa del hombre de negro cambio a una fascinación propia de un cavernícola al descubrir el fuego.
Después de unos momentos de total silencio, Ryan se recuperó y pregunto.
- ¿Qué era esa porquería?
Moritmer respondió con una tranquilidad y paciencia sorprendentes.
-A veces olvido que ustedes los mortales no están acostumbrados a beber whiskey de más de 200 años de añejamiento, lo lamento. Me fue inevitable ver tu mano, ya veo porque estás aquí, eres otro de esos pobres diablos trastornados que dejo la guerra.
Acto seguido, Baphomet inquirio.
-¿Me recuerdas quien te dio mi contacto?
- Fue John, John Masters, estaba en mi misma situacion.- replicó Ryan.
Esta respuesta pareció ser del agrado del trajeado, puesto que replicó:
-Asi que el viejo John me está trayendo más clientes,
Ryan se quedó en silencio, le sorprendió la informalidad con la cual hablaba el ser, por lo que Masters le contó, era un ser demoniaco (literalmente) sin piedad, pero que podía darle paz a su alma.Después de un silencio incómodo, Baphomet se fue a su habitación, atravesó el cuarto lleno de prostitutas y de platos con cocaína y otras sustancias, tomo una botella y salió, no sin antes expresar lo siguiente a sus damas de compañía.
-no Importa lo que escuchen, quédense aquí, en unos minutos vuelvo para el segundo round.
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Ryan
Science FictionReflexión de la guerra, el estrés postraumático y el dolor, donde la ficción es una mera excusa para adentrarse en la putrefacción del ser humano