13 de octubre del 2020
|6:00AM|
Alexandre
Ayer dejé a Marissa en su departamento y luego hice una parada en un lugar donde vendían comida rápida porque tenía tanta hambre que me iba a desmayar, pedí comida para llevar también porque después iría a visitar a mi mamá.
Al terminar de comer salí del sitio y se apareció la persona que menos pensé que aparecería, Christopher, ni siquiera sé cómo sabía que yo estaba aquí.
— ¿Cómo me encontraste?
— Solo te vi por casualidad y me acordé que tengo que dejarte algo claro. – Se acerca a mí y me agarra de la camisa. — Si vuelves a acercarte a mi novia te voy a partir la cara, y no estoy jugando.
Yo soy más alto que Chris y él se veía estúpido tratando de intimidarme.
— ¿Perdón? – Me zafo de su agarre. — ¿A cuál de las dos?, Bueno no sé, es que como tienes tantas novias, deberías especificar cual ¿no?.
— No te hagas el idiota, sabes muy bien de quien te estoy hablando.
Decía mientras me señalaba.
— ¿Amanda? O... – No me dejó que terminara de hablar y me dio un golpe en la cara.
— No te lo volveré a repetir ¿ok?, no le hables más a Marissa, ni te atrevas a mirarla o te saco los ojos.
— Lo haces sonar como si en serio la amaras, no me había dado cuenta antes de que seguías saliendo con ella hasta ahora, seguiste con ella después de lo que le hiciste y lo que sigues asiendo, ¡no te da vergüenza! – Le devuelvo el golpe con más fuerza. — ¿¡Hasta cuando piensas estar en esa farsa!?, sigues mintiéndole a esa chica.
— ¡Bueno y a ti que te importa!, esta es mi vida y yo sé muy bien lo que estoy haciendo, y toda ha ido muy bien pero si llegas a decirle algo te moleré a golpes. – Se aleja.
— Tranquilo, yo no le diré nada, ¡ella solita se dará cuenta de todo!.
Y eso fue todo lo que pasó, ahora estoy aquí con un moretón en el ojo y escuchando el sermón de mi mamá como si yo fuera un niño.
— ¿Hasta cuándo Alex?, siempre que vienes tienes un golpe nuevo.
Decía ella mientras me daba una bolsa con hielo, la cual me coloque en el ojo que lo tenía un poco hinchado, quisiera pensar que más tarde se me baje un poco la hinchazón, pero es mentira, siempre se pone cada vez peor, ya lo he pasado antes, primero se pondrá rojiza, después irá cambiando a un color verde y finalmente a morado.
Mi madre es una mujer hermosa de unos 43 años, a veces se queja porque le está saliendo arrugas o cosas así, a mis ojos ella es Perfecta; es alta, delgada, con la piel blanca y tan suave como el algodón, su pelo es largo y negro, ojos marrones, y una sonrisa que trasmitía calma, yo no sé qué haría si no volviera a ver esa sonrisa tan linda, también es cariñosa y una buena madre, es muy tranquila la mayoría del tiempo, pero cuando era momento de regañarme lo hacía con toda la furia del mundo, incluso así yo sea mayor, como dicen por ahí "madre nunca deja de ser madre", y tienen razón.
— ¿! Me dirás que sucedió ahora Alexandre!?
— Tuve una discusión con un compañero de la fraternidad y me dio un golpe, solo eso pasó.
Obviamente no le diría lo que realmente sucedió.
— ¿¡Solo eso pasó!?
— Mamá no es para tanto ¿ok?, después de todo fue por una estupidez.
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"Odio Rotundo"
Teen FictionNo sé qué es peor; Si vivir con el ex - mejor amigo de mi novio - El cual aborrece por razones que aún no sé -, O vivir con la persona que te cae mal. Ambas. Porque quién diría que de todas las personas en este mundo el hijo de mi madrastra haya...