EL ÚLTIMO ALMUERZO...
Fernando Gutiérrez' s pov
El agua se deslizaba suavemente sobre mi cuerpo, trazando cada línea que componía su anatomía.
Mi piel bronceada hacía un visible contraste con aquellos azulejos grisáceos.
Y en medio de aquella lluvia artificial, sentí que mi alma se inundaba, ahogando súplicas que nunca llegó a emitir.Sacudí la cabeza para salir de aquel momentáneo trance, la ducha me había venido bien, y de alguna manera agradecía poder contar con un baño tan amplio.
Ya no alcanzaba a oír el resto de duchas, posiblemente los demás habrían acabado antes.
Sequé mi cuerpo con una toalla, para después ponerme una muda de ropa nueva.
¿Quién la habría dejado justamente ahí, a la espera de mi salida?Todo aquello era tan extraño, y aún así, me sentía incapaz de llorar, de gritar o de tomarla con alguien de manera iracunda.
Solo sentía un gran vacío, uno que parecía haber estado mucho tiempo ahí.Caminé con el cabello totalmente empapado hasta la que se suponía que sería mi habitación, la compartía con dos personas muy animadas, Franchesco y Miraslov.
Franchesco tenía una actitud segura, y pícara. Era muy atrevido en su forma de hablar y expresarse ante los demás.
Se encontraba con un albornoz color vino, leyendo una revista del corazón.Miraslov era un poco más peculiar, resultaba extravagante tanto en su apariencia como en su forma de hablar, tenía un acento extraño, y solía reír mucho.
Estaba recogiendo su largo cabello blanco en una coleta baja.— Pensábamos que te habías escapado, has tardado una eternidad. - Comentó Miraslov, sin dirigirme la mirada, puesto que estaba luchando con un mechón rebelde de su cabello.
— Tal vez ha tenido un encuentro interesante en las duchas. - Insinuó Franchesco, con una sonrisa, sin levantar la mirada de su revista.
— Nada de eso, perdí la noción del tiempo. - Respondí, sin prestarles demasiada atención.
Ninguno de nosotros volvió a intentar sacar tema de conversación, y yo me limité a tumbarme en la cama, mirando fijamente hacia un punto aleatorio de la pared.
•••
— Pacientes del edificio 2, acudan inmediatamente al comedor para comenzar con su rutina alimenticia diaria.
Aquella voz inexpresiva me obligó a despertar de mi "descanso".
No había conseguido dormir, pero al menos estaba relajando los músculos.De repente, las luces se apagaron por completo.
No podía ver nada, así que decidí no moverme de la litera, podría caerme si hacía un mal movimiento.Pasados algunos minutos, las luces volvieron a encenderse, con la peculiaridad de que unas vendas de color negro habían aparecido en cada una de nuestras camas.
Supuse que debía tomarla, así que me la até al brazo derecho, y bajé de la cama, para dirigirme hacia el comedor.
No quería esperar a mis compañeros, prefería evitar una conversación incómoda.
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𝐃𝐚𝐧𝐠𝐚𝐧𝐫𝐨𝐧𝐩𝐚: 𝐓𝐡𝐞 𝐒𝐚𝐧𝐚𝐭𝐨𝐫𝐢𝐮𝐦 ☤©
Mystery / Thriller𝘔𝘪 𝘦𝘴𝘵𝘪𝘮𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘦𝘯̃𝘰𝘳𝘪𝘵𝘢 𝘎𝘪𝘭𝘣𝘦𝘳𝘵, 𝘔𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘭𝘢𝘤𝘦 𝘱𝘰𝘥𝘦𝘳 𝘪𝘯𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢𝘳𝘭𝘦 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦, 𝘵𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘢𝘳 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘴𝘶 𝘪𝘯𝘶𝘴𝘶𝘢𝘭 𝘤𝘢𝘴𝘰 𝘺 𝘱𝘢𝘥𝘦𝘤𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘩𝘢 𝘴𝘪𝘥𝘰...