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Perdido en un abismo de oscuridad, el ruido hace un eco infinito contra sus tímpanos. La calle es demasiado ruidosa, la gente demasiado conversadora.

Escuchaba y siente.

Cinco cuadras al norte, doblas en la esquina del arbusto de lirios, una cuadra y habrás llegado a tu destino.

— Buenas tarde, Acuario.

Gira a donde proviene la voz femenina y asiente en dónde cree que está.

— Hola, Piscis —su sonrisa es suave, su voz dulce, la femenina ladea el cuello con ternura.

— Un poco más a la izquierda —le aconseja ella, con voz teñida.

Acuario ríe, avergonzado, sus mejillas se calientan y entonces gira ese poquito que Piscis dice que falta.

— Me gustaría un pequeño ramo de orquídeas amarillas, por favor.

— Un segundo. —Piscis deja de lado lo que está haciendo, así puede limpiarse las manos llenas de tierra y musgo con el delantal colgado a su cuello y enganchado a su cintura— Hoy será un poco diferente.

— ¿Diferente? —sus dedos se enroscan en anticipación.

— Sip —responde con tono risueño— ¿Me prestarías tu mano? —Acuario estira su mano derecha a dónde cree que sería conveniente. Cuando la delicada palma de la chica tocan sus yemas los identifica de inmediato— La florería tiene un nuevo empleado —empieza guiando la mano hasta otra que le pertenece a alguien que se ha mantenido embobado en la belleza de Acuario—. Él es Cáncer —logra unirlas y entonces se siente victoriosa— Es un poco tímido al principio.

Acuario asiente.

» — Cáncer, él es Acuario. Nuestro mejor cliente.

Cuando sus palmas se juntan el corazón de Acuario retumba, ante su tacto la mano es más grande que la de Piscis, pero fina a pesar de aparentemente pertenecer a un hombre. Suda y tiembla; a Acuario le resulta adorable.

— Es un placer, Cáncer.

— A-Ah si, si, el placer es mío, Acuario.

Alza sus cejas en sorpresa, el tono es grueso y ronco, el tartamudeo no le resta firmeza.

Ahora, curioso, se toma su tiempo en delinear los dedos del portador. No concuerdan, con su masculino tono. No del todo. Llama la atención de Acuario.

— Cáncer te atenderá hoy, espero que no te moleste.

— No te preocupes, no me molesta.

Entonces la chica mira con emoción a un estático Cáncer que delinea con la mirada todo el rostro de Acuario. Desde la manera en la que él sonríe con sutileza, en como sus cejas se curvan, en como sus ojos vagan lejos, en como el tacto deleita su alma.

— ¡Bien! —la femenina alarga la palabra y se aleja un paso— ¡Adiós!

Acuario sabe que se ha ido cuando el golpe de la suela con el piso se ha perdido.

— ¿Cáncer?

— ¿Hmm?

— ¿Me ayudarías con el ramo de orquídeas, por favor?

— Oh, ¡si, si! —la mano de Cáncer le suelta con velocidad, misma que limpia en el delantal con el logo de la florería. Su palma continua transpirando y no lo comprende— Lo lamento. Yo...ujum. ¿Orquídeas amarillas?

— Correcto —asiente, apretando los labios antes la risa que quiere brotar de ellos.

Escucha al chico tropezar con algo, musitar por lo bajo y luego asume que está preparando su ramo de orquídeas. La florería huele increíble y relaja el pulso de ambos, el ambiente es ligero.

Acuario presiona sus dedos sobre el mostrador, como le es costumbre, sigue la silueta de las pegatinas pegadas en las orillas, cuenta en su mente y entonces se sorprende.

» — Hay una nueva.

— ¿Qué cosa? — la voz de Cáncer suena aún distante.

— Las pegatinas. Hay una nueva.

— Ahhh, eso. Piscis la pegó el día que le dije mi nombre — su tono le resulta despreocupado— No se qué significan. No llevó mucho tiempo trabajando aquí, no he encontrado el momento perfecto para preguntarle.

— Ella dice — Acuario relame sus labios— que es creyente en los hijos del universo. Doce en total, dos de ellos hermanos — asiente a su explicación, los pasos de Cáncer se ha acercado— . La hija de Neptuno, el hijo de Plutón — va señalando las ubicación que Piscis anteriormente le había informado— los hijos de Mercurio y Ceres, la hija del Dios Sol, el valiente hijo perdido de Saturno, el hijo de Urano — sus labios se alzan en una sonrisa al tocar su pegatina— la hija de Eris, el hijo de Venus, la hija de Marte, la hija de Júpiter y — se detiene, inhala y continua— : supongo que eres el hijo de la...

— Luna — Cáncer le interrumpí, deja el ramo ya armado sobre el mostrador y se inclina a observar las pegatinas, el aliento de Acuario acaricia su cabello— Me llamó Fils Lune, así que creo que tiene razón.

— Luna. — tararea, acariciando los relieves de la pegatina— Su colección está completa ahora.

— ¿Eres hijo de Urano? Tiene su nombre.

— Si, soy el hijo de Urano — se encoge de hombros— ¿Tienen nuestros nombres? Eso es dulce, ¿podrías decirme el nombre de todos? Piscis jamás me lo ha dicho.

— Claro — los ojos de Cáncer se achinan ante su optimismo. No comprende porqué pero ha tomado la mano de Acuario y la guía hasta la primera pegatina, de derecha a izquierda— . Piscis, Escorpio, Géminis, Virgo, Leo, Capricornio, Acuario...Libra — se toma su tiempo, así cree que Acuario se familiariza con los nombres correspondientes—,  Tauro, Aries, Sagitario, Cáncer.

— Gracias. — susurra.

— No es nada. — carraspea— Aquí está su ramo — con delicadeza toma nuevamente las orquídeas, se las entrega con el mismo amor y cuidado a Acuario, quien no tarda en sacar un billete y cancelar la suma.

— ¿Puedo preguntar algo? — se detiene cuando el cambio a sido dejado en su mano.

— Hmm, claro.

— ¿De qué color es tu cabello?

Cáncer parpadea en confusión.

— Negro, ¿por qué?

Los ojos vagantes de Acuario brillan ante la, aparente, importante información.

— No es nada — atrae las flores hasta su pecho, las protege y entonces enfoca su mirada en dónde cree que viene la voz de Cáncer— Adiós, lindo narciso.

Antes de ser capaz de responder Acuario se gira, se marcha a paso tranquilo. Cáncer le sigue con cuidado.

La forma que camina relajado, como protege las flores con añoranza, sus dedos aprietan el bastón plegable en su mano izquierda.

Cáncer sabe que Acuario es ciego, pero no se detiene a pensar en eso, no cuando su corazón aún late apresurado y en su mano aún cosquillea, el ya, lejano tacto.

...

© 𝗦αƭµɾɳᦱ

Destiné à quiconque lit :

floreria du zodiaque : florería zodiaco.

Lo admito, está historia originalmente iba hacer muy triste, pero no salió. Por eso el primer párrafo, no encontré la forma de cambiarlo y que quedará bien, así que lo deje.

Aclaraciones : la pareja principal es el Acucer/CanAcua, pero habrá mención de todos los signos y otras parejas y/o shipp's, no todas son homosexuales por respecto a la diversidad.

Es, en mayor parte, diálogos. El guión corto me desespera. ¿El guión corto? Mi hater número uno

Floreria du zodiaque | Acuacan (en corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora