Raven

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Oficinas de la NASA

Departamento de comunicación y soporte técnico. 

Harper cortó la comunicación y se quitó los auriculares. 

-Uff- resopló- necesito un descanso, llevo hablando con imbéciles creidos toda la mañana. 

- Dame un momento, yo también necesito un descanso. -Dije levantando la vista del ordenador.

Acabé el informe que estaba haciendo y me levanté de la silla. Harper ya estaba levantada esperándome. 

A mitad de camino, vimos la prueba de lanzamiento del nuevo prototipo G950. Tan sólo se elevó diez metros y en cuanto tocó el suelo, el sistema de propulsión estalló. 

Supuse que sería por un fallo en la ignición, debería de comentárselo a Rüdiger en cuanto pueda. 

-Ojalá alguno de estos capullos hubiese estado dentro. - Soltó Harper una vez hubo pasado el estruendo. 

-De hecho, aunque hubiesen estado dentro habrían salido indemnes. - comenté. 

-Raven…- se quejó.- No me quites la ilusión. 

-Vale vale, te dejo soñar. 

Seguimos caminando y enseguida llegamos a la cafetería de la central. Aquella mañana estaba especialmente concurrida. Como nuestra mesa de siempre estaba libre, dejamos allí las chaquetas y fuimos a por la comida. 

-¡Qué bien! Por fin ponen pizza, no la servían desde el cumpleaños de Matt.- Exclamó mientras ponía tres trozos en su plato. 

-Como le trasladaron a diseño y maquetación hace mucho que no lo veo. ¿Qué tal está?. - Le pregunté. La verdad es que aunque hablábamos por teléfono de vez en cuando no le veía desde hacía semanas. 

-Como siempre, además está en la misma sección que Sarah.- dijo con tono irónico. 

-A ver si por fin se atreve a decirle algo, lleva loquito por ella desde que entró a la Universidad. - Harper y yo conocimos a Matt en octubre del primer año y aunque quería disimularlo se notaba que estaba colado por ella. 

-Por cierto, ¿Sabes que Sarah era la que se encargaba de las comunicaciones con la nave de Connor?. - 

-Ni me lo menciones, lleva toda la semana llamando no me extraña que Sarah se cambiase de sección. 

-Pero si llaman todos, es parte del protocolo.

-Solo porque seáis amigos desde niños no intentes negar que es insufrible.

-No entiendo porqué le tienes tanta manía.- comentó. Aunque Harper odia a casi todo el mundo de la central siempre era tolerante cuando se trataba de Connor. 

-Tengo mis razones.- Masculle queriendo cambiar de tema. Nunca le había contado a Harper lo que pasó aquel día, suponía que se reiría y me diría que no era para tanto. 

-No te hagas la interesante. 

-No me estoy haciendo la int…-En ese momento mi busca comenzó a sonar. Lo saqué y miré el nombre. 

-Hablando del rey de Roma tengo que irme. No sea que Mr pesado tenga que esperar cinco minutos.- dije mientras me levantaba y volvía a la sala de control. 

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Tu morenito de confi te lo agradecerá.

El chico del espacio, conoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora