La manceba - Jiyoo (Terminada)

Capitulo XVII

Lo único que ella sabía es que su amada MinJi estaba bien y descansando en su departamento...

♡──، 𑁍 𓂃 ꩜ 「🐰;🐶」

La menor dió una amplia sonrisa al ver a su unnie abrir la puerta sintiendo como sus labios de inmediato eran atacados por los de la rubia, solo correspondió y luego de un meloso beso ambas se metieron a la casa.

—¡Vaya! Yoohyeon… nunca creí que te iba a dar tanta alegría verme– dijo la pelinegra.

—Siempre voy a ser feliz de verte– respondió.

Yoohyeon acorraló contra la pared a MinJi y volvió a besarla… cada vez más fogoso, Kim en una suave risa tomo de la cintura a su mayor para mirarla a los ojos.

—Creí que me invitaste a comer.

—¿No te mencioné que el platillo se llamaba Yoohyeon?

Luego de ese chiste, Yoohyeon volvió a besar a MinJi y luego de separarse tomo su mano.

—Vamos a la habitación.

La pelinegra sonrió de manera coqueta caminando a la habitación, Yoohyeon la apoyo contra la cama y la empujó hacia ésta. Ambas se veían igual de deseosas… compartían en mismo sentimiento.

—¿Hoseok no vendrá?

—Él está de viaje… solo no pienses en eso y disfruta del momento.

Le guiño un ojo montaba sobre MinJi para volver a besarla mientras comenzaba con un vaivén con su cintura frotandose contra su pelvis haciéndola soltar un suspiro contra sus labios. Se enderezó unos momentos y quitó su blusa, MinJi sin poder evitarlo se enderezó abrazando a la mayor y comenzar a besar su cuello mientras sus manos acariaban la piel.

Un jadeo salió de los labios de Yoohyeon sintiendo como sostén era quitado por la menor la cual no dudo dos veces en estimular sus pechos con su boca y manos… le encantaba la sensación. Su espalda se curveo y sus ojos se cerraron con fuerza, ¡Dios! Yoohyeon sentía con MinJi lo que 10 años de matrimonio jamás lograron.

Las prendas comenzaron a sobrar y MinJi ya yo tenía la paciencia para quitarle con cuidado las bragas a Yooh, era la última prenda que no la dejaba estar desnuda.

—¡¡Ahh!!– Yoohyeon jadeo al sentir cómo sus bragas eran desgarradas por la menor.

A la mayor le gustaba cuando Kim se ponía así de agresiva, la calentaba tanto y las poses en la que MinJi la puso… ¡Dios! Se sentía tan diferente al sexo monótono que tenía con Hoseok… MinJi sabía bien lo que hacía.

Los jadeos, suspiros y demás quejidos de placer resonaban en la habitación mientras Yoohyeon abrazaba aquella almohada llorando por el inmenso placer mientras veía su sexo siendo frotado con el de MinJi, amaba tanto eso… podía jurar que iba a morir en ese momento por tanto placer.

Alzó su mirada, el rostro de MinJi hundido en el éxtasis mientras sujetaba su pierna contra su pecho… mierda… no quería que el momento terminará.

El momento de gloria de ambas había llegado, en aquel rico orgasmo dónde MinJi sin más había caído sobre el pecho de Yoohyeon cerrando sus ojos e intentando regularizar su respiración. Ambas eran un desastre, pero no les importo, ni siquiera les importo que apenas podían respirar bien y se habían juntado en otro beso, uno dulce… muy cariñoso, sin otras intenciones.

Ambas se quedaron mirando a los ojos, MinJi acariciaba la mejilla de la mayor sonriendo suave.

—MinJi-yah– la llamo. –Te amo~

La menor se quedó sin palabras mientras miraba a la mayor… nunca pensó oir esas palabras… ella… sentía mariposas en su estómago.

—Yo también te amo, Yoohyeon unnie.

Ambas se abrazaron, la emoción de la menor… dios! Ni siquiera la podía explicar… ella… solo quería pasar el resto de su vida con su mayor.

Habían pasado un buen rato encamadas mientras se daban cariñitos, estaban fascinadas la una con la otra, Yoohyeon no quería que esto nunca acabará, realmente se estaba enamorando perdidamente de la menor.

MinJi movía el agua de la tina mientras sentía a Yoohyeon tallar su espalda cuando finalmente ambas decidieron irse a dar un baño, vaya que lo necesitaban.

—¿Te quieres quedar a dormir?

A MinJi le daba miedo… le daba miedo que Hoseok llegará… pero por Yoohyeon aceptaría el riesgo.

—Claro, está bien. Me encantaría

La menor se giró para poder darle un pequeño beso a su mayor sonriendo suave y así descansar su rostro sobre su pecho, se sentía en paz con Yoohyeon.

—Me siento tan tranquila cuando estás conmigo– susurró Yoohyeon. –Siento que estando contigo nada malo va a pasar.

—Y así será, nunca dejare que alguien te haga daño…