Este corto fanfic corresponde al día 02: AU vampire del RinTori week 2022
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El aliento sobre su piel y la sensación de sus manos sobre su cuerpo recorriendolo, la humedad de su cuerpo y el dolor punzante en sus mordidas. Así es como Aiichiro despertó de repente al comenzar la mañana, lleno de sudor y con una erección “algo normal”
El trabajo para él ya era bastante agotador, trabajar en una editorial era más difícil de lo que había pensando y siempre llegada tan cansado que solo después de darse una ducha, dormía como un muerto.
Deseaba unas vacaciones, pero sabía que al ser nuevo en la editorial, jamás podría ser capaz de pedir algo así y su orgullo le impedía también rendirse. Quería demostrarse a si mismo que podía hacerlo.
Cómo era de costumbre, se recostó en su cama y en unos minutos durmió profundamente. Su sueño, el usual; un hombre sumamente atractivo entraba por su ventana y sus ojos rojos lo miraban con lujuria, era tan jodidamente sexy, no podía negarlo, su mirada intensa y la manera en que se acercaba a él lo excitaban de sobremanera, su voz era hipnotizante y su cuerpo... probablemente era el hombre perfecto, claro que ninguno así se acercaría a Aiichiro en la realidad, de eso estaba seguro.
— Solo puedes ser tú — murmuró con una voz ronca el pelirrojo al acercarse al menor, colocándose arriba de este mientras acercaba sus labios a él.
Sus ojos carmín estaban clavados sobre él, como si su mirada le ordenara desnudarse, su aliento pesado se sentía en los labios rojizos del albino, este sentía su corazón acelerado mientras se acercaban a él cada vez más, un milímetro menos cada vez, hasta que sintió sus labios posarse sobre los suyos.
Comenzó con un beso suave y pausado, pero el calor provocó que se intensificaran rápidamente, Aiichiro abrió su boca dejando que Rin se adentrara más a él, sus lenguas húmedas se rozaban.
—¡Mmnng!~ — jadeó cuando las manos frías y largas comenzaron a explorar su piel nivea.
El pelirrojo no tardó en comenzar a desnudarlo, acariciando y disfrutando cada parte del chico, su suavidad, su aroma, su temperatura, la reacción de esta, las expresiones y la voz que salía de sus labios húmedos. El cuerpo de ambos reaccionaba a sus propios deseos, dejándose notar en el bulto que había entre sus piernas. Era una erección.
Aii se sorprendió cuando lo alzaron fácilmente, quedando arriba del otro mientras quitaba su pijama de la parte de arriba y comenzaba a repartir besos y mordidas en su cuello, suaves, más suaves. El deseo del albino incremento moviendo sus manos hacia el cuerpo bien formado del extraño acompañante para poder desnudarlo.
La ropa que tenía era extraña, como sacada de una película o una convención, parecía de otro lugar, como los libros y películas de la época gótica; “me está cogiendo un vampiro” pensó burlón para si mismo y es que como podría negarse a él, solo de verlo, solo de escuchar su voz, el deseo que tenía por este no tenía control alguno.
