prólogo

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Las puertas del imperio sonaron en toda la sala, dejando entrar a un demonio con grandes alas negras brillando en el lugar, sonando sus zapatos al caminar. Al frente de él estaba su "Emperador" quien lo miraba con su ceño fruncido, algo típico de él. El demonio llegó hasta donde estaba su Emperador, lo miro sin ningúna expresión, esperando que el mayor empezará hablar.

—Kim Namjoon. Es un gusto volverte a ver.

El demonio solo hizo un gesto de asentimiento, esperando que hable para lo que en verdad lo mandó llamar.

—Bien, iré al punto. Quiero que cuides a un mortal. Así de simple.

—¿Qué?

Fue lo único que pudo decir desde que llegó a las puertas del cielo, donde alguna vez vivió ahí, y lo trataron y echaron como una rata.

—Lo que escuchaste, Kim. Hay un mortal importante en el mundo mundano, y necesito que alguien esté pendiente de él, pendiente de que no haga alguna tontería humana.

La carcajada que soltó Kim se escucho en todas las paredes del imperio. Agachándose por la gran risa que se soltó, dejando a un Dioso algo confundido por su resiente risa.

—¿Qué es eso tan gracioso, Kim? También desearía reírme.

—No lo puede creer —rie mientras se limpiaba algunas lágrimas que se le escaparon gracias a la risa.

Dios levantó un ceja, exigiéndole una explicación de su gracia.

—Creo que no nos estamos entendiendo. ¿Quieres que yo, el rey del infierno, y ángel caído te cuide a un mortal? Que según tú es "importante", pero dime, ¿no me estarás ocultando algo valioso? Es raro

—Claro que es importante, y necesito que tú lo cuides —señalo a Kim con su dedo índice mientras hace énfasis a la palabra "tú", y de paso evadiendo la pregunta del pelinegro

—En vez de mandarme a mi a cuidar a un miserable humano, ¿Por qué no se lo pides alguno de tus arcángeles?  Es lo que hacen ¿No? O bueno así es como los bautizan—alzo una ceja confundido.

—Necesito que tú lo cuides, Kim.

—Pues mi respuesta es no, y no pienso discutirlo.

—No es un favor, Kim. Es una orden —hablo con un tono demandante.

Las pupilas del demonio se volvieron en un rojo intenso, tanto como la sangre. Odiaba que le dieran órdenes, le molestaba de sobre manera. ¿Quería que cuidará de ese inútil mortal? Bien, lo haría, después de todo no pierde nada al hacerlo

—¿Qué tan importante es ese mortal?

—Es uno de mis tantos hijos y heredero de este mundo. Lo que quiere decir que es el importante, y lo necesito en mis manos.

Namjoon sonrió ladino, Con que heredero, eh. Estoy será divertido para Kim.

Namjoon lo medito un poco, la verdad le aburría en demasía los mortales, lo único bueno es la comida y la ropa de traje y no podemos olvidar la música, por supuesto que no. Del resto le parecía absurdo, creía que los humanos son mortales inútiles y sí  sentido, y algo cursis, pero tal vez no pierda nada en cuidar a ese mortal. Tal vez pueda jugar un rato con él, si es que no cae él primer por ese mortal

—Bien. Lo cuidaré, pero con una condición —miro al sujeto que tenía burlón. Lo que iba a proponerle no sería nada bonito para ese viejo.

—Adelante.

—Yo decido como cuidarlo, lo que quiere decir que puedo acercarme a él cuando quiera y como quiera.

Dios dudó unos segundos. Era arriesgado dejar que se acerque mucho a ese mundano, era muy arriesgado, demasiado, pero necesitaba que esté bien, así que aceptó la condición del demonio ¿Que podría pasar?

—Bien, mañana mismo cumpliré su petición. Ya sé quién es, no hace falta que me lo describas.

El demonio no dijo nada más y se fue para su mundo, dónde él pertenecía después de lo que pasó hace años.

Él antes de que fuera un demonio asqueroso, como Kim solía llamarlo, era un hermoso ángel, que en vez de unas alas negras, volaba en unas grandes alas blancas. Su mayor error fue confiar en ese ángel, ese ángel que lo hundió hasta darle el título de el "ángel caído" Hasta que derramará su última lágrima de dolor y sufrimiento.

Era poco decir que lo detestaba a más no poder. Ser culpado de algo que él nunca había presenciado era fuerte, y más si venía de su hermano, de su propia sangre.

Lo más devastador fue que todo el mundo le dió la espalda, viéndole como una amenaza, incluso como un monstruo. Destruyendo así la confianza de Dioso, que se apodaba como "Dios" un gran emperador para todos los angeles y arcángeles, que los manejaba a su antojo.

Ser culpado de romper una de las reglas más importantes del cielo, nunca le des la contraria a Dios, o por lo menos nunca hagas algo a sus espaldas. Algo que su hermano Jo-Suk, no fue capaz de comprender.

Jo-Suk hizo muchas cosas de las que culpó a su hermano, de invocar a uno de los demonios hasta negar una palabra del señor, quedando limpiamente inocente.

Y todo el cargo fue para Kim Namjoon, que recibió todas las críticas, siendo un ángel caído y juzgado por todos los angeles y arcángeles de su anterior mundo, terminarlo por odiar el cielo.

Ahora otro de su "karma" -como él solía llamarlo- es cuidar a un mortal, aguantando a uno de esos dramáticos mortales, solo esperaba no tener que cuidarlo por mucho tiempo

Solo esperaba que no fuera un dolor de pelotas. Solo esperaba que ese mortal no cambiará a el rey del infierno. Que no cambiará su vida. Que no se volviera su debilidad

my deadly  <Namjin> CANCELADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora