Y fue tan fácil pensar que siempre estarías ahí para mi.
Nunca me imaginé que llegaría el día en el que simplemente te cansarías de ser mi segunda opción para todo. Pensé que nunca te irías.
Pensé que no te importaba cuantas veces lo intentáramos.
Pensé que podrían llegar mil personas a mi vida y aún así te darías cuenta de que por mas que llegaran siempre te volvería a elegir una y mil veces.
Pensé... nunca me detuve a pensar en cómo te sentirías tú todas esas veces.