–Nia Skyfer, tú no eres la mejor amiga del mundo, por que pareces lord farcuad –ríe-
–Que ahora tú, Erick Brian, eres Lord Farcuad–ríe la chica–
Niega rotundamente con la cabeza, riendo, y mira su teléfono movil, que ha comenzado a sonar
Cero ruido, cero bromas, saben la rigurosidad de esto–voltea serio a verlas, y las contrarias asienten
—Er..–susurra tras el audio– ¿Ballroom 22?
—Le sumaste coreografía, que genial, me apunto ¿9 en punto?– Dijo el ojiverde, y miró al techo de la sala
–Buen horario, Brian, bien, cuídate–contestó la voz misteriosa, y cortó la llamada repentinamente
Erick suspira viendo el fin de la llamada, y sonríe levemente
Perdón si a esta hora desaparezco, al menos así sucederá un buen tiempo–golpea los hombros de ambas chicas
No existirá ballroom 23', Erick, tranquilo–Nia ahora lo abrazaba, y la otra chica le entregaba su mochila.
8.30.
Caminaba por los calurosos callejones de Miami, Fl, y miraba su reloj, sin murmurar una sola palabra, mientras agitaba sus manos con un agrio pensamiento
¿Seguirá con ojeras?
Observó la bandana atada a su muñeca derecha, mientras veía su alrededor tornarse borroso, y el suelo era testigo físico de pequeñas lagrimas que caían sobre él
Divisó el automovil en la esquina, viendo a Richard, que le hacía señas
–La segunda parte del día mi hermano, así la vida–lo saluda el moreno y estrecha sus manos, y solo decide asentir
El contrario comprende
8.40
Ahora era el nombre de Christopher que aparecia en pantalla, y ambos quedaron expectantes
–Brother, el finde es tuyo, tomaremos el regreso el Lunes, los videos que grabamos ayer se subirán, graben histories, música, yo me encargaré de la activación. Stream, por si lo quieren ver –rie amargamente, y sonríe queriendo brindar apoyo tras la pantalla-
–Tú sabes que ahí estaré espectando mi amor–ríe Richard, y gira por la avenida, el menor a su lado ríe también
El castaño niega con la cabeza
–Linda noche, banda–sonríe, y corta la llamada–
Sólo se limita a frotar sus dedos, y a jalar de la tela atada a la parte inferior a su mano
8.50
–Llegamos, empieza tu día–se despide cordialmente
Te quiero, hermano –lo abraza el ojiverde, y se baja del automóvil–
Sube su gorro y empieza a caminar
Bien, sólo tendría que esperar 10 minutos para entrar
Mira al cielo buscando constelaciones, y se sienta en la banca más próxima
–Puedo ver planetas en el techo– tararea, viendo la puerta de entrada
9.00.
Su reloj de pulsera vibra en su muñeca izquierda, y sensaciones se desencadenan cuando siente que alguien lo jala del hombro
Su mundo se detiene.