II

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🍃Siempre, pero hasta🍃


     Siempre pensé que su cabello era corto, siempre, hasta que me dio la espalda y me percaté de que era tan largo que le rozaba la espalda baja.

     Siempre la veía en el mismo lugar, siempre, hasta que la toqué y desapareció, nunca más la volví a ver...nunca más volví a salir de ahí.

     Siempre el lugar brillaba por su presencia, siempre, hasta que me di cuenta que estaba muerta.

     Hoy hace dos años la vi, sentada con las piernas cruzadas mientras miraba un punto fijo, vestía un largo vestido blanco con mangas cortas, y como siempre, pensando que su cabello era corto. Tenía dos mechones abundantes que le caían libres por los hombros, entonces pensé...¿qué hacía una dama a altas horas de la noche sola?

     Me le quise acercar, mas por alguna extraña razón sentí miedo.

     Llevaba tres semanas pasando por el mismo lugar a la misma hora y siempre estaba ahí, siempre. Miraba hacia el mismo punto fijo, con la mirada perdida, tal vez recordando algún acontecimiento melancólico. Esta vez tomé la iniciativa y me acerqué, ella no me miró, y de nuevo percibí el temor; de pronto me fastidié por ese sentimiento que me invadía sin ninguna razón, era extraño.

     "Hola...", musité llamando su atención, logré que me mirase. Me sonrió dulcemente en forma de saludo y no me apartó la vista en ningún momento. Comenzaba a sentirme incómodo. "¿Puedo sentarme?", indagué, esta asintió e hice lo que cuestioné.

     Así pasaron las semanas, repitiendo la misma escena siempre, sin ella ni siquiera dirigirme la palabra, solo sonrisas. "Entonces me resbalé en pleno pasillo derramando el café del jefe encima de las hojas. Me corrieron del trabajo", declaré con tono de burla y por primera vez desde que la conocí la escuché reír, fue una ligera risilla melodiosa que no duró más de tres segundos.

     La miré. Me miró.

     "¿Sientes cómo nuestros latidos se sincronizan?", me atreví a preguntar, la mujer dejó de mirarme y su sonrisa desapareció.

     "No tengo latidos", habló por primera vez, sorprendiéndome y desconcertándome a la vez. No volví a pasar por ese lugar, hasta que me atreví a hacerlo otra vez después de casi dos semanas.

     Ahí estaba, con el mismo vestuario mirando el mismo punto fijamente. Por un corto momento sentí que la miraba por primera vez, por lo que a mis sentidos les fue inevitable no hacerme sentir miedo nuevamente, hasta que me habló: "Viniste".

     Me acerqué y tomé asiento a su lado sin pedirle permiso, "Vine".

     Me sonrió, mi corazón se aceleró y mis manos empezaron a sudar. "¿A qué hora llegas aquí? Podrías llegar más temprano para tomar algo, lo que quieras", se puso de pie repentinamente, tomándome desprevenido.

     Era tan alta, más que yo podría decir.

     Luego me dio la espalda para empezar a caminar a la farola, allí me percaté de lo largo de su cabello. Me gustó más.

     Se sostuvo del poste y volteó a mirarme nuevamente. "Siempre estoy aquí".

     No volví a pasar.

     Aunque no importase cuán asustado estuviese, volví a ceder, aquella mujer misteriosa por alguna extraña razón me atraía. Creo que no se percató de mi presencia, porque cuando me senté a su lado sin hacer ninguna clase de ruido, se volteó repentinamente y después dio un largo suspiro, ¿la había asustado?

     "Lo siento", negó restándole importancia.

     Nuestras miradas conectaron por un largo tiempo en el que ninguno se atrevió a emitir ningún sonido, ha no decir nada. Tal vez fue lo que debió permanecer constante, porque lo que hice después fue mi gran error.

     No debí acercarme y tomar su mejilla entre mi mano, no debí besarla, no debí conocerla.

     Quedé solo.

     Me di cuenta que la farola nunca sirvió, el lugar quedó completamente oscuro, solo resplandecía por tenues rayos de luz gracias a la luna.

     Todo ese tiempo el miedo que sentía sin razón era por ella.

     Miré a todas partes buscándola con el corazón a mil, y el temor aumentó cuando escuché su risa a lo lejos. Intenté correr de vuelta a casa, pero no pude.

     Siempre, siempre regresaba al mismo lugar.

     «Yo siempre estoy aquí...hasta que alguien tome mi lugar». 




-𝓜𝓪-𝓗𝓸𝓹𝓮🍃

Slight || [BLOQ 💀]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora