Kyle nunca fue bueno haciendo amigos, pero tras mudarse a Everless se encontrará con muchas personas que le cambiarán la vida. En especial uno, Alex.
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La infancia traumática que tuvo Kyle lo dejó con una marca de por vida, un trastorno de ansied...
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Luego de poner un pie en la puerta de mi casa me hizo preguntarme si Alex no se habría equivocado de casa. Pues todas las luces de mi casa estaban apagadas, haciendo que esto luciera peor que la boca de un lobo.
Recargué mi patineta junto a la pared y luego de segundos de estar buscando el interruptor lo encontré. La luz no encendió, en un principio pensé que se el foco estaba fundido, hasta que un segundo más tarde una luz azul violácea que iba acompañada de un montón de "estrellas" llenaron el techo de la sala.
No cabía duda, Alex estaba aquí haciendo su magia.
Sonreí de oreja a oreja. Esto ya de por si solo era algo hermoso, la luz que había colocado para que simulara un cielo estrellado incluso parecía tener una aurora boreal.
Mi mirada dejó de enfocarse en el techo porque me pareció ver algo moviéndose, o mejor dicho arrastrandose, por el suelo. Alex iba gateando por el piso, saliendo detrás de la barra de la cocina y entrando a la sala. Me hubiera reído, pero la verdad es que me tomó por sorpresa y, por eso, mi primera reacción fue saltar del susto y pegar un gritito, también lo asuste, y este terminó encorvándose como un gato.
—Mierda... —maldijo primero.
—Alex, me asustaste, ¿qué...? ¿Por qué traes un antifaz?
Parecía un bandido que entró a robar mi casa, llevaba una sudadera negra con la capucha puesta y un antifaz del mismo color.
—Te explico luego, tú solo, finge que no me viste.
—¿Qué?
—¡Nunca pasé por aquí!, no me viste —me señaló advirtiéndome— Kablam, desaparecí, arrivederci.
Se fue gateando detrás de mí, cuando mira hacia atrás vi que ya no estaba.
Comenzó a sonar de fondo la canción de «The Red Jumpsuit Apparatus - Your Guardian Angel».
Me quedé observando el plano mientras la canción seguía su ritmo. Cuando el coro comenzó, sentí Alex pegarse a mi espalda y con una suave voz cantó enseguida de mi oído.
«I will never let you fall I'll sand up with you forever I'll be there for you through it all Even if saving you send me to heaven...»
«// Nunca te dejaré caer Me levantaré contigo siempre Estaré ahí para ti a pesar de todo Incluso si salvarte me envía al cielo...//».
—¿Sabes por qué elegí esta canción?
Pasó sus manos por detrás de mis hombros y luego las deslizó para abrazarme.
—Creó que tengo una idea de porqué...
Estaba detrás de mí, todavía no lo veía, seguía perdido en el montón de estrellas y colores que reflejaba el proyector. Pero escuché un tintineó mientras Alex se movía, luego noté como sus manos traían muchos anillos.
